HOLE

Hole, se vende cara

 

Courtney Love regresa cuatro años después del excelente Live Through This. Tres discos, tres títulos reveladores. De gran dama del grunge a los fastos de Hollywood con tiempo para aprovecharse de Billy Corgan y parir su trabajo más accesible, directo a la yugular de los públicos masivos. Eso sí, en las entrevistas se revuelve y escupe toda su bilis.

 

En Celebrity Skin te muestras totalmente sincera y eso es todo un logro.

– Gracias. No es fácil, créeme. Es muy fácil ser cínico y eso es lo que ha destruido a los músicos. Es muy desagradable que las clases altas rechacen escribir buenas canciones porque así respetan la herencia del pasado y entonces adquieren credibilidad. Yo no necesito ninguna maldita credibilidad.

 

Algo muy distinto a lo que fueron tus primeras canciones.

– La música pop es algo difícil de componer, especialmente si eres nosotros, cuando has tenido que pasar por lo más oscuro de lo oscuro, y ahora lo que más me apetece a veces es la idea de evocar un día jodidamente soleado. Es duro tocar algo oscuro, es duro, pero ser capaz de tocar la luz que trae la sombra… esa es mi historia.

 

¿Crees que Celebrity Skin puede servir de modelo a otros?

– Lo que me gustaría es que este nuevo disco pudiera inspirar a mujeres ambiciosas y con talento que pueden escribir canciones a aprender a componer canciones de verdad y a hacerse con las jodidas listas de éxitos. Porque cuando tienes 14 jodidos años, eres cualquiera, te cuelgas una guitarra y la tocas muy alto a través del amplificador, sientes una liberación -lo prometo- como ninguna otra. Excepto, tal vez, jugar al fútbol.

 

– Ya no quedan muchas cantantes mostrando su furia explícitamente.

– Alanis Morissette mató la idea de una música femenina. Alanis ablandó a la gente aprovechándose de que no podían con el lado crudo de la música. Yo crecí en casas ocupadas y en tipis, así que no sé qué es comercial. Me parece que la gente es más inteligente de lo que parece. Alanis acabó con nuestras rivales -Babes In Toyland, L 7, Bikini Kill…- si es que no fue el no tener el suficiente talento o carecer de la ambición de estar en las listas de éxitos. Lo que pasó es que vendió 25 millones de discos y lo que viene detrás es Natalie Imbruglia, que no es capaz de nombrar ni a uno de los miembros de The Who. Y al final lo que consigues es una gira americana de mujeres que pueden tocar la guitarra adecuadamente. Yo no digo que yo no pueda hacerlo, pero por lo menos puedo tocar como Will Sergeant -de Echo & The Bunnymen-

 

– ¿Tan mal están las cosas?

– Le prometí a Madonna que no criticaría a Alanis, que está en su compañía discográfica, y no lo haré más. Lo que digo es que de un plumazo se ha cargado a nuestras rivales. Han desaparecido. Tenían talento, había Tom Yorkes, Steve Albinis y Neil Youngs entre ellos. Y si no sucumben a las presiones de los hombres de la industria, entonces caen por drogas, la jodida anorexia o por ablandarse como Liz Phair. Ojalá vuelva. Nunca me gustó, y ahora resulta que estoy esperando porque un jodido día vuelva Liz Phair.

 

– ¿Hay algo que no te guste de los músicos actuales?

– ¿Sabes lo que odio? La ironía. ¡Que jodan a toda esa mierda de ironía post-moderna! ¡Es tan barata y fácil! ¿Por qué no intentan entender el pop como algo exuberante y maravilloso, como la más grande fantasía escapista que jamás existió -si no contamos las películas de Steven Spielberg-, algo que te puede transportar fuera de tu coche y llevarte de vuelta a tu primer polvo? ¡Después de años de amar el pop por fin he escrito la canción pop definitiva, «Heaven Tonight»!

– ¿Y tú no has utilizado la ironía?

– La odio totalmente. Yo soy la reina de la ironía. Yo la inventé y renuncié a ella. Sí, tiene su sitio, pero si no puedes enfrentarte a tu vida diaria propiamente, con entusiasmo y sin escapismos, como un niño, entonces que te jodan. Este disco trata de la inocencia y del entusiasmo, de comunicarse con la naturaleza y el amor directo.

 

– ¿Cómo son tus relaciones con las estrellas de Hollywood?

– ¿No te he contado lo de esta fiesta por el cumpleaños de mi novio y de mi hija, que son el mismo día? ¿Debería contártelo? Está bien. Estaba todo el mundo en esta jodida fiesta. Lo mejor del rock y de Hollywood. Rancid y James Cameron. Spice Girls y Shirley McLaine, Marilyn Manson y docenas de actores…

 

– ¿Las Spice Girls en tu fiesta?

– Fue increíble. Cuando entraron las Spice Girls, la casa se paró, literalmente. Allí estaban la madre de Baby Spice y la madre de Kurt Cobain. ¡Las dos son de esa clase de rubias explosivas y estaban en una esquina bebiéndose una botella de Jack Daniel’s conspirando para sus futuros libros! Fue tan… ¿Cuál es el nombre de Baby Spice? ¿Emma? Sí. Son muy buenas por el hecho de dirigirse a los niños de cinco años y saberlo. No tienen necesidad de nada de credibilidad. Les importa una mierda. Es increíble.

 

– ¿Te encuentras cómoda entre toda esta gente?

– Recuerda que me echaron literalmente de Faith No More y Babes In Toyland porque me gustaba REM. Quería escribir canciones pop como ellos, quería escribir canciones como Echo & The Bunnymen o como Psychedelic Furs. Está bien, también quería fastidiar a los demás, pero… ¡Y ahora, al final, lo he hecho!

 

– ¿Es una especie de revancha?

– No es sólo venganza. Es también la idea de hacerse oír. Es lo que aprendes de Madonna o Spike Lee, hacerte oír todo cuanto puedas así que, cuando todos esos blancos de clase media se nieguen la posibilidad de expresarse, sabes, cuando son tan correctos… Nos echarán mierda por la comercialidad y la grandeza de este disco, pero no me importa. Nos habremos hecho oír. Y demostraremos que alguien que viene de donde nosotros venimos  tiene una voz y después… ¡después cambiará el jodido mundo!

 

– ¿Por qué no lo han conseguido los demás?

– Lo pienso a menudo. ¿Por qué yo y no ellos? Al principio me sentía muy culpable, pero pensaba que tal vez había sido la suerte. ¿Pero sabes qué? ¡Ha sido el puto trabajo duro y el talento! ¡Que les den! Lo siento, no me voy a disculpar por ello.

 

– ¿Puede ser la falta de ambición?

– Esta generación tiene un grave problema con el cinismo, la ironía y el conflicto con venderse. ¡Joder! Quiero tener una voz propia. Quiero que se me escuche. Quiero construir un edificio en el que gente pueda funcionar, un monumento. Y prefiero hacer sólo tres o cuatro en mi vida que… En una crítica decían que deberíamos separarnos ahora. Tal vez sea así. Creo que no debes volver cuando no es digno. Quiero decir, si Billy Corgan se hubiera tomado más tiempo y no hubiera sido tan prolífico, la gente le hubiera echado de menos y hubiera sido más importante para ellos.

 

– Pero ha demostrado que le gusta tanto el heavy como el pop

– Déjame decirte algo sobre Kurt. ¡Oh, he dicho el nombre! La gente decía que era tan puro, y lo era de diversas formas. Era maravilloso pero un día encontré este trozo de papel con todas las compañías independientes de América marcadas. Era muy ambicioso pero tenía un verdadero problema con ello. Tenía más pelotas de las que pensábamos. Publicó «About A Girl» en su primer disco y tenía mucho miedo de que la gente se riera de su talento. Sí, una parte de él quería estar en Soundgarden y le gustaba realmente Black Sabbath, aunque nunca los escuchó delante de mí y tal vez eso tuviera que ver con la necesidad que tienen los hombres de música de testosteronas agresivas. Pero lo que realmente le gustaba era ABBA, The Breeders y la música pop. ¿Me entiendes? No sé porque he sacado el tema. Probablemente no debería haberlo hecho.

 

– El eterno conflicto sobre cómo demostrar el gusto por el pop sin perder credibilidad.

– Desde que la adolescencia se ha hecho más cómoda, desde los 50 hasta ahora con todo este lujo, cuando ya no hay que trabajar en la granja de tus padres pero puedes rebelarte y mostrar toda tu angustia y esos conflictos, no ha habido nada como la amargura y la ironía que ha invadido a los artistas y la generación de los 90. Y, obviamente, el peor momento de todo eso es lo que sucedió en mi vida con alguien a quien amé. Desde luego hubo otras muchas cosas, demasiadas razones por las que podías sentarte ahí durante días, pero algo que lo alimentaba entre drogas, depresiones y reacciones era el sentimiento de venderse. ¿Y qué coño es eso? ¡Me

ofende! ¡Me pone loca! ¡Estoy furiosa! Si eso va a causar algo así a los hombres, ¿cómo lo resolvemos? ¿Cómo nos vendemos con estilo? ¿Cómo nos vendemos sin arrepentirnos?

 

– ¿Y tú cómo te has enfrentado a ello con Celebrity Skin?

– Me lo paso bien, como cuando aparecí en una reunión de la compañía vestida con perlas y realmente los asusté. Estoy aprendiendo a utilizar eso, pasármelo bien, estar fabulosa, crecer, tener entusiasmo, aprender y hacer cosas que nunca pensé que haría  y dejar de hacer cosas que nunca pensé que dejaría de hacer. ¿Qué voy a hacer después? Voy a disfrutarlo, eso es lo que voy a hacer. Pasármelo bien y no preocuparme por ello. Y ahora tengo que ir a mear…

 

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