HALF FOOT OUTSIDE

 

Half Foot Outside: “Nos ha salido el trabajo que queríamos que saliera”

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         En 1995, cuando cuatro amigos de la infancia, Carlos Leoz (voz y guitarra), Brian Hunt (guitarra y voz), Israel Medina (bajo) y Edu Ugarte (batería) deciden poner en marcha un proyecto con el que ya llevan más de diez años. En este tiempo, más de 350 conciertos los han confirmado como uno de los grupos con más tensión en el escenario y de entre sus seis discos destaca especialmente el recién publicado Perfect From The Distance. Hablamos con Carlos, su cantante.

 

¿Supone Perfect From The Distance un cambio a todos los niveles en vuestra trayectoria?

– Más que cambio, es un avance. En este disco si que quizás nos hemos tomado las cosas más en serio y se ha cuidado hasta el más mínimo detalle. En vez de grabar el disco en 2 semanas y del tirón, lo hemos hecho en 3 meses y grabándolo poco a poco en diferentes estudios en Cádiz, Donosti, New Jersey y Pamplona.


Este replanteamiento de muchas cosas supongo que ha influido en que haya habido que esperar tres años por vuestro nuevo álbum. ¿Es así o ha habido otros condicionantes?

– Como he comentado, hemos preferido hacerlo ‘a fuego lento’. Aparte de tardar un poco más en componerlo (vivimos en diferentes ciudades), decidimos buscar una nueva compañía para publicarlo y también empleamos más tiempo en la grabación para tratar de hacer que el resultado fuese más perfecto, así que, entre unas cosas y otras, las cosas se retrasaron un poco.


¿Qué queda de los Half Foot Outside de anteriores discos en el nuevo álbum?

De momento los cuatro componentes, ja, ja. Bueno, yo creo que a quien le gustaran los anteriores discos, éste no le defraudará para nada; hay una conclusión general, tanto a nivel de prensa como de seguidores del grupo, de que sin duda éste es el mejor trabajo que hemos hecho hasta ahora, y nosotros estamos de acuerdo. No es que haya un cambio radical respecto a los anteriores, pero en éste hemos aportado nuevos elementos, como guitarras acústicas, teclados, más arreglos melódicos… Lo que mantiene a los fans felices es que… ¡seguimos metiendo guitarrazos!


Por eso, promoción aparte, éste debe ser el disco del que más
orgullosos estáis, ¿no?

– Sí, aparte de contar con el equipo de personas que hemos tenido en la grabación, hemos hecho nuestras mejores canciones y Astro nos está apoyando al 100%, cosa que no había ocurrido en otros sellos. El disco está llegando a un público que antes no teníamos, y eso es bueno porque no hemos perdido el que teníamos antes.


¿Qué es lo que más os gusta en él?

– Todo… Es una pregunta difícil de responder, porque están muy bien las canciones, el sonido se consiguió para total satisfacción después de trabajarlo mucho, y también fue duro llegar a editar este disco después de decidir el cambio de sello, pero conseguimos que saliera justo con el sello que más nos convencía. Así que en lo musical, en lo técnico y en lo extramusical nos ha salido el trabajo que queríamos que saliera, y eso nos da mucha satisfacción después de tantos años en activo.


¿Y aún hay algo que no hayáis conseguido en un estudio de grabación?

– Nunca se consigue la perfección en un estudio, siempre se puede mejorar algo o pulir algunos detalles. De todas formas, ha sido todo facilidades por contar con el trabajo de John Agnello, Kaki Arkarazo o Hans Krüger. Sin ellos no hubiera sido lo mismo.


¿Cómo de diferente hubiera sido el trabajo sin la participación de John Agnello?

– John es un puto Master. Lo que más me sorprendió de él es que se anticipaba a todo. Nosotros teníamos algunas ideas apuntadas para la mezcla y cuando volvíamos al estudio ya había hecho lo que le íbamos a pedir… e incluso mejor. Ha aportado mogollón de detalles y ha hecho que las canciones suenen muy diferentes entre sí, con un sonido muy orgánico y vivo… Desde luego ha sido una pieza clave.


¿Os conocía Gary Louris?

– ¡Qué va! Nosotros somos muy fans de los Jayhawks y Paco Loco nos lo presentó en Cádiz. Coincidió que teníamos una canción sin voces y le invitamos a cantarla, lo que fue muy divertido; aparte que verle cantar en una canción mía, ha sido uno de los momentos más emocionantes de mi vida musical. He de decir que es un tío encantador y con mucho talento.


¿Cómo fue su intervención en el disco?

– El tema era de los últimos que compuse y por eso no había dado tiempo a meterle las voces, pese a tener letra. Estuvimos tomando unas cañas con Gary y le comentamos la situación, así que se pasó por el estudio, escuchó la música, le gustó y lo cantó, sin más. Todavía se me pone piel de gallina cuando escucho esa canción.


Astro es vuestra cuarta discográfica. ¿Cómo veis, desde la experiencia, la escena independiente estatal?

– La escena tiene sus cosas buenas y sus cosas malas: quizás haya una saturación de grupos para los pocos medios que se hacen eco de los lanzamientos y, consiguientemente, para la poca gente que los demanda. Pero yo no tengo una opinión realmente autorizada, porque tampoco es que me fije tanto en las cosas del ‘negocio’. Lo nuestro es la música, aunque
nos guste que salgan los discos publicados y que tengan promoción, que en definitiva implica meterse en la escena…


¿Ha cambiado mucho en esta década?

– Parece que hay un nuevo revival de lo indie, con mogollón de festivales, con cierto espacio en las revistas y todo eso… Me imagino que es cíclico, que cada X años se pone de moda lo independiente…


¿Creéis que los medios en España dan la espalda a propuestas como la vuestra?

Hasta hace poco quizás sí, pero ahora estamos contentos de cómo nos va; tampoco pretendemos sonar a todas horas en los 40 Principales, tocar en estadios o algo por el estilo… Así que dentro de la escena en que nos movemos estamos bien situados. Lo que falta a partir de aquí es más bien trabajo de directo, que es donde mejor nos movemos, y la cosa se reduce a que toquemos mucho en directo y la gente que nos vea diga a sus amigos lo que ha visto (no fallamos).


¿Qué necesitaría un grupo como el vuestro para tener mayor reconocimiento?

– Supongo que estar en un país donde la pregunta anterior no se responda con la convicción de que nuestra escena tenga un límite del cual no se puede pasar sin ‘venderse’. Tanto los medios de comunicación, que son los que crean la mala educación musical generalizada, como el ‘miedo’ del público por abrirse a propuestas novedosas, tienen la culpa de nuestros límites y se alimentan mutuamente en un círculo sin fin.


¿Se ve todo distinto desde un lugar como Pamplona, al estar lejos de los centros de atención?

– La mitad somos de Pamplona, y la otra mitad de Madrid y Barcelona. En Pamplona no hay tanta tontería como en las grandes ciudades, se vive muy a gusto por aquí y no lo cambiaría por nada del mundo.


¿Cómo va el sello Underhill? ¿Es difícil mantenerlo en marcha?

– Underhill es el sello de nuestro batería: va creciendo poco a poco, va haciéndose internacional y va fichando grupos americanos, suecos… Quizá él te podría contar más, pero yo te puedo decir que cada vez le da más trabajo, lo cual imagino que es síntoma de que va bien.


¿Y que fue de Sheregano?

– Sheregano murió hace 7 años. Era un grupo macarra que tenían Carlos y Edu.

 

¿Siguen siendo vuestros referentes musicales los mismos que al principio o han cambiado?

– Las personas no son iguales durante toda su vida, así que lo que escuchas no puede ser lo mismo que cuando tenías 15 años. Por supuesto que hay clásicos que creo que siempre escucharé, como The Cure, Pixies o Beatles, pero empieza uno a abrirse a otras cosas… Creo que lo importante es que la música sea buena y te emocione, sin importar el estilo ni la procedencia.


Me da que los principios del grupo sí han permanecido inalterables durante estos años. ¿Es así?

– Eso es; nos consideramos un grupo con los pies en el suelo, vamos a lo nuestro sin importarnos las modas y esas bobadas, hacemos la música que nos gusta y somos felices así. Y ante todo, somos 4 amigos.


Por último, ¿qué queda en vosotros de los chavales que comenzaron ensayando en 1995?

– Va a sonar a nostálgico, pero seguimos siendo igual de amigos y con las mismas ganas y pasión por la música.

Xavier Valiño

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