GUILLEMOTS

Guillemots: “Hoy en día hay muchos grupos no están haciendo música por las razones correctas”

 

         Un escocés, un brasileño, un inglés y una canadiense. Guillemots no son una banda fácil de categorizar. Vienen de mundos musicales muy distintos y componen canciones sofisticadas, expansivas, personales y adictivas. Desde hace dos años vienen sorprendiendo en disco y en concierto. Esta semana presentan su aclamado directo en Barcelona y Madrid (24 y 25 de febrero). Su guitarrista brasileño Mc Lord MagRaO nos presenta su particular mundo.

 

¿Cómo llegasteis a coincidir los cuatro, que tenéis un origen tan diverso?

         – Greig, el batería, y Fyfe, el cantante, se conocieron en un programa de televisión en el que la mujer de Greig y el hermano de Fyfe trabajaban, así que empezaron a hablar de música para matar el tiempo. Yo conocí a Fyfe por un anuncio que puso en el periódico NME en el que se pedían músicos con creatividad pero no técnica musical, justo cuando estaba ya decidido a irme a Berlín a hacer música experimental. Respondí al anuncio diciendo que podía tocar la caja de cerillas y la máquina de escribir, así que eso le convenció.

 

Yo diría que incluso vuestra formación y vuestros gustos son muy distintos también. ¿Es así?

         – Fyfe viene del mundo de la música clásica y de la electrónica y yo vengo del mundo de la música experimental. Me gustan los grupos de guitarras fuertes. Greig y yo tenemos influencias más similares. A Aristazabal, nuestra bajista, le va más el jazz. Pero cuando estamos juntos tenemos la mente muy abierta y vemos la música como un todo, no como compartimentos estancos.

 

¿Dónde está el punto en común entre los cuatro?

         – A los cuatro nos gustan mucho cosas como Björk, John Coltrane, Radiohead, Beck, The Flaming Lips -con los que ya hemos tocado en el Festival South By Southwest en Austin, Texas-, Thelonious Monk… Ahí coincidimos.

 

Un single como “Trains To Brazil” no se escucha cada día. ¿Dónde crees que está la fuerza de la canción?

         – Supongo que está en el hecho de que queremos significar que la vida es muy importante, que debemos estar felices por estar vivos, disfrutarla como es, y no quejarnos de lo que hay alrededor. Algunas cosas las puedes cambiar, pero no es posible cambiar la muerte, y en cualquier momento puede suceder. Aunque la canción fue escrita dos años antes, poco después del 11 de septiembre, hablando de la avaricia de los ricos, de cómo todo se mueve por el petróleo y cosas así, coincidió que la grabación coincidió con el asesinato por error de un brasileño a manos de la policía en el metro de Londres, y Fyfe quiso que la canción fuera un homenaje a aquella persona.

 

Antes del disco hubo varios singles y EPs. ¿Era importante ir creciendo poco a poco antes del primer disco?

         – Nuestra idea era no hacernos muy grandes desde el principio, que creo que es algo que le pasa a la mayoría de grupos, que tienen éxito desde sus comienzos, con el primer single o con el primer disco, y después desaparecen de la escena musical. Nosotros estaremos dentro de 20 años juntos haciendo música. Lo que sucede hoy en día es que muchos grupos no están haciendo música por las razones correctas, sino porque les gusta estar de moda, el estilo de vida, el éxito… Lo que me gusta mucho de la música es que puede expresar de forma muy pura lo que sientes sin avergonzarte.

 

Sin embargo, entre el mini-álbum From The Cliffs y el primer LP Through The Windowpane pasó poco tiempo. ¿No fue un poco confuso para el público?

         – Fue un tanto confuso porque no tuvimos mucho tiempo de pensar en ello y en divulgarlo. Y, además, no paramos entre los conciertos y escribir continuamente. Ayer mismo hicimos dos canciones nuevas para esta nueva gira, así que ya tenemos material para un nuevo disco.

 

¿Pretendía el disco Through The Window Pane ser como un sueño, con inspiración en la naturaleza?

         – Sí, era la idea del disco. Antes, con el primer EP, no hubo una idea concreta, pero ahora los cuatro queríamos que fuera así, y no partes diferentes. En este disco todo se desenvuelve entre el principio y el final de un sueño. Además, la naturaleza es la mayor fuente de inspiración para todos en el grupo.

 

Guillemots van un poco a contrapié de lo que se hace en el rock inglés actual, muy centrado en el revival de los 80.

         – Los cuatro estamos cansados de la forma cómo funciona todo ahora. Las discográficas han matado la creatividad de la gente. Queremos hacer música de una forma que sea universal y creemos que podemos llegar tanto al que le gusta la música punk como al que le gusta la música clásica.

 

Una de las mejores cosas que se pueden decir del grupo es que sonáis a muchas cosas distintas, ¿no? Por ejemplo, a mí me habéis recordado a los primeros Waterboys, The Beat Band, Arcade Fire, Prefab Sprout…

         – Me gusta mucho Arcade Fire y de hecho voy a ver mañana un concierto de ellos en una iglesia aquí en Londres. Me parecen bien todos los grupos que has citado. Creo que tenemos suerte de que siempre se mencionen grupos que respetamos en cuanto a la música que hacen.

 

¿Cómo es el proceso de composición en el grupo? ¿Es una dictadura o Fyfe tiene la última palabra?

         – Es una democracia. Fyfe escribe las letras, pero el grupo se encarga de la música, de los sonidos, de los arreglos… Todos tenemos nuestra opinión y los cuatro tenemos ideas muy claras que defendemos apasionadamente. El único problema es cuando dos tienen una idea y los otros dos no están de acuerdo, sin árbitro en el medio, aunque al final siempre llegamos a un acuerdo.

 

Os vi en directo en el Festival Motel Mozaique de Rótterdam el año pasado y me sorprendisteis mucho. ¿Cómo os planteáis el directo?

         – Nos gusta hacer conciertos distintos cada noche, para que sea interesante para nosotros y, también, para la audiencia. Nos gusta mucho tocar en locales pequeños porque tienes más contacto con las personas; es algo más íntimo entre nosotros y la audiencia. Seguimos buscando hacer cosas diferentes, como, por ejemplo, la idea que tenemos ahora de hacer una gira acústica, sin darle publicidad antes a los conciertos.

 

Tú viviste en Barcelona, ¿no?

         – Viví en Barcelona hace unos cinco años, pero no tenía mucho dinero entonces, así que allí casi no hice nada. Antes, en Brasil, venía haciendo cosas en la música desde que tenía 13 años y llegué a grabar cosas en casetes y CDs, pero no con un sello discográfico.

 

Por último, ¿cuál sería la noción de éxito para el grupo?

         – No tenemos la intención de llegar al éxito. Sólo queremos que a la gente le guste lo que hacemos y poder vivir de la música, pero sin llegar a ningún punto en concreto, sino mantener la cabeza firme en hacer música en la forma en que queremos sin que nos distraigan cosas como el dinero y las cosas que puedes comprar.

Xavier Valiño

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