GOLDEN SMOG

 

Golden Smog, la unión hace la fuerza

golden smog


Empieza escuchando “You Make It Easy”, de Gary Louris y Kraig Jarret Jonson, una canción animada sobre un compromiso animado. Escucha. Ese solo. Esas armonías. Atrévete a no cantarlas con ellos. Intenta jugar a ‘descubre las influencias’ y te divertirás. Pero te equivocarás. Seguro.


Luego prueba “Hurricane” y escucha a Dan Murphy vocear y tener, como en la canción del título que también coescribe, “otro buen día”. Entra en “Listen Joe”, de Louris y Jeff Tweedy, y escucha cómo cantan para ellos mismos y para un amigo que se marchó hace tiempo: “sorpresa, sorpresa, todo el mundo se muere”.


Escucha. A lo que cada nueva especie llama su “vieja escuela”, a sonidos que se han ido cociendo en el interior de Golden Smog desde los días del vinilo. Siente las ascuas de toda la mística posible, de Gram Parsons y The Eagles a Led Zeppelin y los Buzzcocks, de Flaming Lips a Gorillaz (la actual obsesión de Kraig) y de todos los discos que han digerido. Los miembros de Golden Smog han olvidado más discos de los que el resto de nosotros hemos vendido en las tiendas de segunda mano.

 

        “¿No hace que te estalle la cabeza como la primera vez? El sueño nunca se acaba”, se preguntan en “Corvette”, con la ilusión de estudiantes jugando en un garaje la primera de muchas veces. Escucha. Escucha “Corvette”. Y después escucha al Louris de “Gone”. Han pasado por muertes, amores, guerras y todas las extravagancias de la madurez en esta nueva Edad Media que estamos viviendo, y éste es su sonido, volviendo del otro lado -o, al menos, tratando de volver del otro lado-, con la amistad y la música como únicas guías.

 

        Amistad. Rock and roll. Recapitulemos. Golden Smog empezaron en 1992, cuando Perlman, Louris (Jayhawks), Murphy (Soul Asylum), Johnson (Run Westy Run, Iffy) y Chris Mars (The Replacements) se unieron para grabar algunas versiones para el sello Crackpot Records de Saint Paul (Minnesota). Mars dejó casi inmediatamente después el cobijo de los Smog. Noah Levy (Honeydogs) y Jody Stephens (Big Star) se han ido turnando en la batería, y Tweedy (Wilco) va y viene.

        La columna vertebral (Perlman, Louris, Murphy y Johnson) se mantiene y se ha metamorfoseado hasta convertirse en lo que algunos denominan un ‘supergrupo de country alternativo’. “¿Es así como lo llaman?”, se pregunta Perlman. “Para mí, es un proyecto paralelo que nos atrajo lo suficiente como para usarlo más de una vez”. Ese ‘más de una vez’ empieza a sumarse a otros ‘más de una vez’. Golden Smog han editado tres discos -On Golden Smog (1992), Down By The Old Mainstream (1996) y Weird Tales (1998)- y han hecho giras por los Estados Unidos y otros muchos países.


La banda empezó a trabajar en su nuevo material cuando Perlman recibió una llamada para pedirle que escribiera una canción para un anuncio de Corvette dirigido por Guy Ritchie. La canción, juiciosamente llamada “Corvette” y grabada por todos los Smog, nunca llegó a aparecer en el anuncio, pero se convirtió en la semilla de su nuevo disco, Another Fine Day.


“Nunca habíamos ensayado las canciones juntos, así que cobraron vida realmente cuando nos juntamos en una misma habitación”, explica Johnson. “Fue divertido. No creo que ni siquiera planeáramos nada, y eso es lo realmente bonito. El disco es lo que es”. “Éramos cuatro chavales balbuceando alrededor de un micrófono y diciendo: ‘Oh, esto podría ser una canción’”, dice Louris. Según Murphy: “No te podías preocupar del material antes de tocarlo. Empezábamos a tocarlo antes de explicar a los demás cómo quería cada uno que sonara o cómo quería que fuera esa canción o simplemente de qué iba”.


Las sesiones iniciales del primer disco de Golden Smog en ocho años se realizaron en el estudio del productor e ingeniero de sonido Paco Loco en el Puerto de Santa María, en el sur de España. “Gary, Kraig y yo nos hemos enamorado de ese país en estos últimos años”, apunta Perlman. “Para decir la verdad, hacer el disco allí ha sido una excusa para ir a España un mes. Si vas a estar aburrido en un estudio, que es algo que siempre va a acabar ocurriendo, ¿por qué no aburrirte en el sur de España?”.


A la banda se añadió como batería Linda Pitmon (de los Miracle 3 de Steve Wynn y Zuzu’s Petals). Y también, convirtiéndose en uno de los momentos estelares del disco, Muni Loco, la mujer del productor Paco Loco, que canta la obsesiva voz que protagoniza “Cure For This”, de Perlman. “Fue increíble”, señala Perlman. “Simplemente entró en el estudio e hizo esa voz en dos o tres tomas. Todos nos quedamos alucinados”.


“De todos modos”, dice Louris, “no hubiéramos hecho el disco que hemos hecho si hubiéramos empezado en Minneapolis. Me recuerda de alguna manera la historia del ‘making of’ de Band On The Run, cuando todo lo que podía salir mal, salía mal. Se perdieron las guitarras, se perdieron las maletas, Tweedy no pudo venir, el estudio no era exactamente como uno de Los Ángeles, pero, a pesar de todo, por alguna razón, se repitió el viejo tópico: ‘lo que no te mata te hace más fuerte’. Y tuvo mucho que ver cierta vibración que Paco ayudó a fomentar. Pasamos por todo juntos.”


Está bien lo que acaba bien. El disco se terminó con la ayuda de Ed Ackerson en su Flowers Studio de Minneapolis, donde Tweedy y Stephens se añadieron a las grabaciones. El resultado, por fin, catorce canciones originales (firmadas por Tweedy, Louris, Perlman, Murphy y Johnson) y una versión de Dave Davies (“Strangers”) recuperada de los días de On Golden Smog. “Nunca pensé que haríamos otro disco después de aquel primero. Pensaba que iba a ser un proyecto de un solo disco”, dice Murphy.


“Nunca he sabido hacia dónde van Golden Smog”, señala Johnson. “De ahí el nombre, ‘Smog’ -un neologismo formado con “smoke” (humo) y “fog” (niebla), que alude a la niebla tóxica que cubre muchas ciudades-. Va de un  lado a otro, hacia atrás… Hacia cualquier sitio”.

Xavier Valiño

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