GLASS ANIMALS

Glass Animals, certezas por los aires

 

 

Glass Animals consiguieron forjar su sitio en la escena independiente británica con sus dos primeros álbumes: Zaba (2014) y How to Be a Human Being (2016). Con este último consiguieron una nominación al prestigioso premio Mercury. Recientemente han publicado su tercer disco Dreamland. Dave Bayley nos lo presenta.

En el núcleo central de Dreamland está el enigmático Dave Bayley, líder y productor cuyo trabajo se extiende más allá de Glass Animals. Entre su créditos se incluyen Joey Bada$$, Flume, Wale, Khalid, y Denzel Curry. Para Bayley, Dreamland traza un recuerdo nostálgico de su vida hasta el momento, cubriendo un extenso y difícil espacio sin ninguna concesión al pudor. Pleno de experiencias personales, ninguna más emotiva que cuando el batería Joe Seaward tuvo un horrible accidente de tráfico en julio de 2018 que estuvo a punto de costarle la vida.

 

En palabras de Bayley, “La idea del disco salió en un momento de confusión e incertidumbre. Mi mejor amigo estaba en el hospital. No sabía si lo iba a conseguir. El futuro era aterrador y completamente imprevisible. Durante esas semanas en el hospital, resultaba tan difícil mirar hacia delante que yo me encontré recapitulando, rebuscando en mis recuerdos para encontrar confort mental, aunque en sí resultaran incómodos”.

 

“Al hablar con mis amigos y mi familia me di cuenta de que un montón de personas está viviendo ese tipo de confusión ahora mismo. Todas las certezas que pensábamos tener por delante han saltado por los aires y parece que no acertamos a hacer pie. Como no podemos salir fuera a crear recuerdos nuevos, pues… lo primero que hacemos es ahondar en los del pasado. Lo escucho decir en conversaciones. Lo veo en lo que la gente ve en la televisión. En lo que escuchamos. En lo que comemos. También en los sueños”.

Bayle nació en Estados Unidos de padre galés y madre israelí, y pasó los primeros siete años de su vida en un pequeño pueblo de Massachusetts y los siguientes siete en Texas antes de trasladarse a Gran Bretaña a los 14 años. Bayley dice: ”Este álbum aborda a algunos de los momentos más confusos de mi vida. Trata de crecer, desde los primeros recuerdos de mi infancia, hasta el presente. A menudo son divertidos, a veces raros, a veces descorazonadores, a veces son de amor u odio, de sexualidad”.

 

 

“El disco trata de que está bien no tener respuestas, ni saber cómo te sientes al respecto y de que está bien sentirte y parecer vulnerable. De hecho es muy motivador todo ello. La vida con frecuencia nos pide respuestas binarias, si o no. Nos pide que nos conformemos y que encajemos. Pero el mundo es mucho más interesante y colorido… es mucho más fluido e incierto”.

 

Afortunadamente Seaward aprendió a andar, a hablar, a tocar de nuevo y a principios de 2020 y, contra todo pronóstico, Glass Animals regresaron con su formación al completo (aunque brevemente) para tocar en algunos de los recintos donde empezaron como grupo. El propósito era celebrar con su seguidores lo que han conseguido, lo que tienen y lo que han estado a punto de perder (además de probar parte del disco en directo).

 

Con todos los planes en directo en suspenso por el Covid-19, los objetivos de Glass Animals siguen siendo los mismos. En estas circunstancias tan extraordinarias, la banda está dedicándose a conectar, crear y celebrar con sus seguidores de todo el mundo. Bayley continua: ”Me pasé semanas destrozado porque nuestros grandes planes de presentar este disco en directo sobre el escenario se habían frustrado pero, de algún modo, con toda la incertidumbre y lo desconocido, ahora parece una locura y a la vez de lo más apropiado sacar este disco. Es un momento extraño para crecer. Pero aquí estamos, de nuevo, en un momento raro”.

 

 

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