FIEL GARVIE

Fiel Garvie: “Nos ha sido más fácil fuera de nuestro país”

 

         Tres discos en diez años, y un tanto al margen de la industria y de los medios de comunicación. Sin embargo, Fiel Garvie muestran un entusiasmo inusual por lo que hacen y se encargan personalmente de que sus discos lleguen a toda la gente que sea posible fuera de su país, a través del boca-oreja, intentando que todo aquel que se convierte en fan contribuya a hacer más amplia su red de seguidores. Su tercer disco, Caught Laughing, editado a finales del 2006, ha tenido una buena aceptación entre la parroquia pop en España, tanto que tenían organizada una gira que tuvieron que suspender el mismo día en que la iban a iniciar por problemas en la voz de su cantante Anne. Adam, su guitarrista, nos lo aclara.

 

Sé que venís de otros grupos. ¿Nos podéis decir cuáles?

– A principios de los 90 Anne y yo estábamos en un grupo llamado Passing Clouds que sonaba como The Fall y Pixies. Sólo hicimos dos singles de 12″ pero tuvieron mucho éxito y fueron elegidos como singles de la semana en la prensa especializada británica. También tocamos en el equivalente europeo del CMJ en Berlín en 1991. Grez, nuestro batería, estaba en un grupo llamado Jane Pow!, una especie de grupo mod pero más punk. Hicieron dos discos y, también, giras por los EEUU. Jude, el bajista, y Emma, la teclista y vocalista, nunca habían estado en otros grupos. Esto es bueno porque llegaron vírgenes a la música y no son cínicos ni estaban cansados como el resto de nosotros.


¿Queríais hacer algo diferente con el nuevo disco?

– Algo así. Realmente no planeamos las cosas en Fiel Garvie, simplemente pasan. Supongo que pensamos que nuestro disco anterior, Leave Me Out Of This, era un poco ‘shoegaze’ y estaba sobreproducido, con lo que no podías escuchar bien las canciones. Así que hicimos un esfuerzo para no joder demasiado las canciones en esta ocasión.

 

Parece que habéis trabajado mucho en los arreglos.

– No trabajamos mucho todo lo que tenga que ver con la música: funciona o no. Así que no tenemos realmente arreglos: son elementos de la canción que se siguen unos a otros. La música no existe antes de que empecemos a tocarla. Ya hace mucho que no planeamos una canción. Se trata mucho más de un don que un arte. Y, para ser honestos, no somos tan buenos en el don de hacer música.


¿Tratas conscientemente de extraer la belleza que está en la melancolía de las canciones?

– No hay mucho hecho de forma consciente. La melancolía que hay en las canciones se debe a que, cuando fueron escritas, la persona que las compuso se sentía… melancólica. También tenemos los gustos muy claros en la música y preferimos escuchar canciones tristes. Si alguien apareciese con una idea que fuera demasiado rock o blues u otra cosa así, no duraría mucho. No es que nos parezca que haya algo malo en el blues, pero sí que es algo estúpido que un grupo de gente blanca del Este de Inglaterra se ponga a hacer un tipo de música que hunde sus raíces en algo muy real y que se vive profundamente. ¡Y sonaría a basura si lo intentásemos!


¿Cuál de las nuevas canciones funciona mejor en directo y cuál es vuestra favorita?

– Los conciertos varían mucho para nosotros. Si tocamos para seguidores de Fiel Garvie, entonces son las canciones más reflexivas como “Doortime” (de Leave Me Out Of This) o “Special Rate” del nuevo disco las mejor recibidas. Si tocamos para una audiencia más genérica y del sector ‘indie’, inevitablemente -y por desgracia- triunfan las canciones con más ritmo y las guitarras más altas, como “The Palace Lights”, por ejemplo. ¿Nuestra favorita? Es muy difícil, ya que pasamos a otra canción tan pronto acabamos una, así que siempre es la última. De hecho, casi nunca escuchamos nuestra música; después de todo las escuchamos mucho cuando las tocamos y, además, hay muchas canciones buenas de otra gente que escuchar.

 


¿Creéis que vuestros dos discos anteriores llegaron a su público natural?

– Odiamos nuestro primer disco, ¡Vuka Vuka! Realmente espero que nadie haya tenido la desgracia de escucharlo. Si alguien que lee esto encuentra en algún momento una copia, por favor que la destruya inmediatamente. Los otros dos son buenos de verdad, así que… ¡Prestad atención a los títulos antes! Tampoco está claro cuál es nuestro público. ¿Somos ‘shoegaze’, ‘indie’, ‘slow-core’ o qué? Se nos compara con grupos como The Velvet Underground, The Flaming Lips, Björk y muchos otros. Si toda la gente a la que le gustan esos grupos fuese nuestro público natural, seríamos más grandes que U2. También nos sorprende el gusto de la gente que nos sigue; sabemos de alguien que le gusta Extreme Noise Terror y Megadeth, pero también le encanta Fiel Garvie. Supongo que la conexión debe de estar más en las emociones que en la música. O, tal vez, sea que ponemos alguna clase de mensajes subliminales demoníacos en nuestras canciones.

 

¿Es fácil daros a conocer?

– No, porque no hacemos las cosas de una forma convencional. Por ejemplo, sólo hemos editado tres discos en diez años, porque rechazamos comprometernos en la selección de las canciones. Tampoco es fácil categorizar nuestra música: no es accesible ni tampoco experimental, así que a la gente que escribe de nosotros le cuesta describirnos.


¿Cómo llegáis a tantos lugares fuera de vuestro país?

– Se trata de una combinación de buena suerte y la convicción de que el Reino Unido no es un gran sitio para Fiel Garvie. De alguna forma, nuestro primer disco tuvo algunas buenas críticas fuera del Reino Unido e hicimos buenos amigos. Y eso creció con los dos siguientes discos. También nos ha sido más fácil fuera de nuestro país, ya que parece que fuera a la gente le gusta de verdad la música. Eso es algo raro en el Reino Unido, donde el periodismo musical no es más que un peldaño hacia un trabajo ‘de verdad’ no musical.


Cuando empezasteis, la prensa os trató bien. ¿Ha cambiado mucho?

– Nos tratan mejor fuera del Reino Unido. Por aquí somos bastante desconocidos, aunque la gente que nos descubre no nos abandona. En el Reino Unido sí que ha cambiado mucho. Si empezásemos ahora, no tendríamos ningún single de la semana en The Melody Maker, ya que cerró hace unos años. Y el NME es como un perro mordiéndose la cola: apoyando cosas que creen que le gustarán a sus lectores y, después, deben seguir  prestándoles atención a los mismos grupos porque les han dicho que les tenían que gustar. Como nunca hemos estado en una multinacional, la prensa ha perdido su interés en nosotros. Hay un culto de lo nuevo, y si estás un poco al margen, sólo te dan una oportunidad. Después eres algo pasado y ya están buscando un recambio. Pero la vida es mucho mejor lejos de todo eso.


Hacéis pop, pero, ¿cuál es vuestra definición del pop de verdad, en contraposición al pop que domina las listas?

– Pregunta interesante. Mi concepto de pop es: música creada espontáneamente por gente sin formación musical, sin relación con las instituciones establecidas que forman a la gente para ser músicos. Es la vieja definición del ‘arte barato’ frente al ‘arte elevado’. Básicamente estamos en el ‘arte barato’, pero queremos hacer algo que sea un reto y que nos permita expresarnos, y no porque tenga algo que ver con lo que está en las listas. Solía haber una tradición seria de músicos pop innovando, como, por ejemplo, The Beach Boys y Pet Sounds. Venían de una tradición pop, pero en algún momento pensaron que a aquello se le podía dar una vuelta y hacer algo más interesante.


¿Qué clase de música escucháis en casa?

– Lo que hago es buscar y pedir recomendaciones esperando encontrar algo que me sorprenda y emocione. Por desgracia, no sucede muy a menudo. Siempre me siento un poco culpable por volver a los discos que poseo, es como hacer trampa. Pero cuando lo hago, algunos de mis favoritos son My Bloody Valentine, Gang Of Four, Arvo Part, The National. Y recomiendo una nueva banda francesa llamada Cyan And Benn.


Ha habido mala suerte con la gira que ibais a emprender por España.

– Sí, se suspendió porque nuestra cantante, Anne, perdió su voz el día antes de empezar la gira. Fue una gran decepción. Nos escribió un montón de gente diciéndonos las ganas que tenían de vernos. Esperamos que podamos ir a algún festival en este año.

Xavier Valiño

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