FESTIVAL DO NORTE 2008

Festival do Norte (Vilagarcía, 16 y 17 de mayo)

 

Broken Social Scene 

 

Antes de nada, conviene señalar el lujo que significa contar en el Noroeste ibérico con un Festival que se permite ofrecer como nombres más atractivos grupos que en otros lugares vestirían con letras menores. Además, en el recinto ferial de Vilagarcía todo se toma con más calma y nunca se siente la sensación de aglomeración. Año tras año, tan sólo se necesita que la meteorología acompañe, porque con lo demás no hay problema.

 

Facto Delafé y las Flores Azules / Triángulo de Amor Bizarro 

 

Normalmente, los grandes conciertos aparecen por la conjunción de varios factores. En esta ocasión, esos factores fueron de los atípicos: la mala leche, el cabreo entre ellos mismos y contra el mundo (ya fuese por el pasaporte que se quedó en Alemania o por lo que ellos entendían como un sonido defectuoso -que no lo era desde abajo-), el caos aparente y la rabia. Sus responsables, los canadienses Broken Social Scene y entre la dispersión y la electricidad, además, el momento mágico del fin de semana: cuando al final a su cantante Amy le permitieron salir a cantar ella sola y toda la banda se fue sumando poco a poco, desganados, para acabar dejándonos con la boca abierta.

 

A su lado, los otros dos reclamos internacionales no serán precisamente recordados. La fórmula de 1990’s se agota a la segunda canción y ya no caben sorpresas. Sons & Daughters tienen más recursos, pero la tromba de agua caída a las 2:30 de la madrugada del sábado redujo su concierto a la mitad, 35 minutos, después de haber comenzado tímidamente ante una docena escasa de espectadores.

 

Dorian / Sons & Daughters 

 

De siempre, el plato fuerte del Festival do Norte han sido los grupos estatales. Por eso, conociendo los antecedentes, sorprendió ver a grupos con fuerte tirón entre el público como Tachenko, Dorian, Clovis o Facto Delafé y las Flores Azules en el segundo escenario y a primera hora de la tarde-noche. Seguramente, por la comunión con la gente, serán los más recordados de esta edición.

 

En el escenario grande, Humbert Humbert -en su penúltimo concierto- mejoraron lo que ofrecen sus dos discos, mientras que La Habitación Roja demostró su experiencia con un set inapelable, en el que hasta los elementos se aliaron para redondear su actuación: cuando cantaban aquello de “y los locos cantan bajo la lluvia su soledad”, de “La edad de oro”, empezó a descargar el diluvio universal.

 

 La Habitación Roja / Clovis

 

En casa jugaban -y triunfaron- los gallegos The Blows, Franc3s y, sobre todo, Triángulo de Amor Bizarro, también con una actuación reducida, para poner fin a un festival pequeño pero grande, al que sólo cabría pedir que fuesen alternando las actuaciones entre los dos escenarios para ganar en agilidad.

 

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