EMMY THE GREAT

Emmy The Great, paisajes sentimentales

 

 

Cuando decidió llamarse Emma La Grande, se inspiró bastante en el egocentrismo de los grupos de rap. Sin embargo, nada tiene que ver con ellos. Emma-Lee Moss nació en Hong Kong hace apenas 25 años y se mudó a Inglaterra con 12 años.

 

Ahora, después de tres años paseando sus canciones por distintos escenarios y desoyendo los cantos de sirena de la industria discográfica, ha autoeditando su primer disco, un tratado que va algo más allá del folk-pop, con más de un dardo envenenado que contrasta con su apariencia cristalina. 

 

Un sello recién nacido, Coconut Producciones, le ha editado en España su primer disco, First Love, añadiéndole como extra su primer EP, “Edward Deadward”. Además, la traen estos días de gira por España: el 29 en Madrid (Moby Dick), el 30 en Vigo (Mondo) y el 31 en Barcelona (Be Cool).

 

Tardaste tres años desde que te diste a conocer en editar tu debut. ¿Querías tomarte tu tiempo para estar segura de que todo iría bien?

– Realmente sólo pasó un año desde el momento en que terminamos las canciones hasta que se publicó el álbum. De hecho, yo pienso que los dos primeros años que pasé tocando en directo fueran un paso previo a la edición del disco. Era muy novata en relación a la vida y a cantar, así que estaba probando un montón de cosas.

 

¿Por qué elegiste una cita de Samuel Beckett como título del disco?

– Esa canción en concreto resume perfectamente el contenido del disco para nosotros. Además, la canción tomó su título de la historia de Samuel Beckett. Ése es el orden en el que sucedieron las cosas y la explicación.

 

Dicen de tus canciones que son pasivo-agresivas.

– No sé qué es lo que quieren decir realmente con esa definición. Es un término hábil que ha llegado hasta la nota de prensa, y que fue idea de mi compañero de grupo, Euan Hinshelwood, porque, según su opinión, mis canciones pueden parecer inofensivas si no se escuchan atentamente.

 

 

 

Parece ser un disco muy personal. ¿Qué fue lo que te motivó a componer canciones así?

– Compuse las canciones como una reacción a la ruptura de mi primera relación sentimental seria, aunque ahora él y yo somos amigos. De todas formas, la inspiración real para el disco vino de querer hacer un homenaje al campo y al paisaje inglés, del que me enamoré cuando era una niña en mi primera visita desde Hong Kong.

 

¿Hasta qué punto es relevante la contribución de tus compañeros al sonido?

– Como grupo que somos, hacemos todo lo que tiene que ver con los arreglos de las canciones, y en eso nuestro tratamiento es de igual a igual.

 

¿Asocias tus canciones con una sensación o con alguna imagen visual?

– Muy a menudo. En concreto, te podría comentar que en el libreto del disco, en lo que es la parte artística, hemos incluido una foto que fue tomada en Lancashire algún tiempo después de que el disco se grabase allí. Me sorprendió muchísimo ver cómo aquella foto resumía todo el disco para mí, como si fuera algo que ya conocía desde hacía mucho tiempo pero no tuviera ni idea de que lo sabía.

 

En España tu debut aparece con el EP “Edward Deadward” como un extra. ¿Crees que interfiere o complemente el disco tal y como lo concebiste?

– Si he de ser sincera, me gustaría que fueran los oyentes quienes lo decidieran.

 

¿Qué es lo que puede hacer hoy en día una cantante-compositora que no se haya hecho ya?

– Probablemente ya no se pueda hacer gran cosa durante un tiempo en este campo.

 

Has colaborado con muchos grupos. ¿De cuál has quedado más contenta?

– Probablemente estoy más contenta de cualquiera de mis colaboraciones con solistas y grupos que he hecho recientemente, aunque tiene más que ver con el hecho de que ahora me comprendo mejor como músico. ¡Y, por supuesto, de mi colaboración con Lightspeed Champion (en la canción del 2006 “Christmas In Prison”, del disco colectivo It’s Not Like Christmas), siempre!

 

También has hecho giras con numerosos artistas. ¿Con quién te has sentido más cómoda?

– Pues en concreto, con Tilly And The Wall y Semifinalists fue con quienes lo pasé mejor que nunca. Hice un montón de amigos en esas giras.

 

En este momento estás en Japón de gira. Naciste en Hong Kong. ¿Cómo te está yendo? ¿Fue una sorpresa para ti que te invitaran a tocar ahí?

– Por ahora está yendo muy bien, gracias. Japón es un lugar mágico. Curiosamente, fue en Japón donde decidí convertirme en músico en primer lugar. Hubo un momento hace unos días en el que me encontré tocando en un festival con el escenario mirando al Monte Fuji, y entonces pensé que debe de haber algo así como lo que llaman destino.

 

 

 

¿Y cuál fue ese momento en el que decidiste convertirte en músico?

– Cuando conocí al grupo The Get Up Kids en el Festival Fuji Rock y me di cuenta de que para repetir la experiencia tendría que montar una banda.

 

Descubriste la música comprando discos en las tiendas de Hong Kong. ¿Pudiste descubrir muchas cosas distintas o no había demasiada variedad?

– La selección de música independiente en una tienda de discos llamada Hong Kong Records, que no es más que una pequeña cadena, es un millón de veces mejor que la mayor tienda  que te puedas encontrar en el Reino Unido. Y deberías haber visto Tower Records en Hong Kong cuando crecía. Era algo así como el lugar de encuentro de la música más sorprendente de América, el Reino Unido y Japón. Era lo más cercano al paraíso de discos compactos que jamás he visto.

 

¿Qué otras bandas que no asociaríamos con tu sonido te han gustado siempre?

– Eso depende de lo que asocies con mi sonido. Si desnudas mi música y la música de cualquiera de las bandas que me gustan a sólo una guitarra acústica, sonarían unas como las otras, y según la misma regla siempre he pensado que Nina Nastasia suena como si escuchase mucho a Nirvana y My Chemical Romance como si escuchasen mucho a los Backstreet Boys. Mis grupos favoritos siempre han sido The Lemonheads y Weezer, pero en la Universidad siempre estuve más metida en el punk y el post-punk, porque mi trabajo de licenciatura trataba de ello. Cuando era una adolescente estaba muy metida en el surf-punk, el emo y el hardcore, que eran la resaca del grunge, y cuando me mudé a Londres seguía a grupos norteamericanos independientes como Bonnie Prince Billy y The Shins. Ahora sigo lo mejor de todo eso con una pequeña tendencia a todo aquello que suena como si pudiera estar en la banda sonora de una película de adolescentes.

 

¿Cuáles han sido tus últimos descubrimientos musicales?

– El grupo Shilpa Ray And Her Happy Hookers.

 

Has editado tu propio disco pero, si tuvieras un presupuesto ilimitado y pudieras llevar a cabo un proyecto realista, ¿cuál sería?

– Un proyecto de espacios con mesas para escritores. Serían habitaciones que podrías alquilar con sólo una mesa, una ventana, plantas y una estantería de libros. Puede que tuviera también una habitación común y una cafetería.

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