El vicio del poder

El vicio del poder

Adam McKay (Annapurna)

 

 

En un momento de esta película, Dick Cheney, el protagonista, le pregunta al futuro secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, por cuáles son sus valores como políticos conservadores. El mentor, atónito, suelta una estruendosa carcajada.

 

Ahí queda perfectamente representada esta historia: cómo Cheney un provinciano burócrata, manipulador y oportunista, llega a convertirse en el hombre más poderoso del planeta como vicepresidente de los Estados Unidos bajo el mandato de un inoperante George W. Bush, con consecuencias para todo el mundo que se extienden hasta la actualidad.

 

Para ello se escarba en el pasado de Cheney y se señalan sus conexiones con la industria militar y del petróleo con las que se lucró impúdicamente gracias sus decisiones. Christian Bale se mimetiza en Cheney, mientras que Sam Rockwell hace lo propio con Bush, Tyler Perry con Colin Powell y Steve Carrell con Donald Rumsfeld.

 

Su mordaz y sarcástico guion se mueve a ritmo de tragicomedia acelerada, incorporando además acertadas decisiones como falsos finales, versiones alternativas para ambos espectros enfrentados de la política o grupos de prueba en los que controlar las ideas esparcidas durante el metraje. No hay mejor forma de que quede indeleble en la memoria del espectador la catadura moral del individuo retratado y sus secuelas en nuestra vida.

 

 

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