DJ SHADOW
Dj Shadow, el outsider del rap
The Outsider es, por extraño que parezca después de tantos años como una de las presencias más importantes de la música actual, el tercer álbum de DJ Shadow. Este nuevo álbum es un disco que dejará aturdidos a muchos que se atrevieron a encasillar a DJ Shadow. Ha trabajado con distintos vocalistas y ha utilizado estilos variados, desde el hip-hop más novedoso hasta e el rock duro más agresivo o la música de baile más alternativa.
En The Outsider DJ Shadow ha hecho el disco que anhelaba hacer. “Hay canciones con raperos, canciones con cantantes, canciones sólo con instrumentos en directo, canciones que son maquetas”. Así describe el disco su propio autor, un álbum que ha tardado tres años en hacer y que demuestra que DJ Shadow es tanto músico como fan de la música.
“Ante todo quería que fuera un disco entretenido”. Éstas no son precisamente las palabras que uno espera oír de Josh Davis, más conocido como DJ Shadow. Su reputación es la de ser un perfeccionista (y lo es) o al menos un artista serio, no un entertainer. Pero, quizá, con el tiempo, estos dos arquetipos, la del artista y entertainer, cada vez, se distancien más.
Diez años después de editar Endtroducing…(recientemente proclamado por Muzik Magazine, como el mejor disco de música de baile de todos los tiempos), DJ Shadow ha regresado con un nuevo disco tan profundo como un océano y muy personal. Hace cuatro editó The Private Press, cuyo título se refiería a los coleccionistas de discos y a una serie de compañías que se ofrecen a editar tu disco si estás dispuesto a pagar por ello, llamados ‘editores vanidosos’ de la música del mundo. Sin embargo, para Josh Davis, aun así, ésa no era una razón para quejarse, sino para celebrar.
“Mientras estuve inmerso en la elaboración de aquel disco, me encontré a mi mismo gravitando en muchos estilos diferentes de música y discos que me inspiraron en su día. Lo que todos tenían en común fue el factor ‘casero’”, dice. “Artistas que luchan para ser escuchados, por encima de lo que se escucha en las listas… Ya sean grupos de funk, de garage rock o un guitarrista de folk. Siempre he encontrado y encuentro refrescante e infinitamente admirable ese espíritu de independencia. O sea que se trataba de un homenaje a todos esos músicos valientes y no reconocidos que se atreven a producir y presentar sus trabajos ante un público indiferente. También me gustaba el título del disco, porque no necesariamente tienes que ser un loco de los discos para que signifique algo para ti”.
DJ Shadow creció en la ciudad universitaria de Davis, en California, cercana a la Playa de San Francisco. Fascinado desde muy temprana edad por el hip-hop, en 1990 se siente seguro de su talento y envía muchas cintas a las discográficas del hip-hop, esperando que alguien se fijara en él. Y alguién lo hizo. Fue Dave “Funken” Klein, de Hollywood BASIC, al que le gustó lo que escuchó y animó al joven DJ/productor para seguir adelante. En el 91 ya se encontraba remezclando a grupos del mencionado sello.
Un joven inglés, James Lavelle, que por aquella época se encontraba trabajando en una tienda de discos en Portobello, escuchó su remezcla de “Zimbabwe Legit” y le llamó para hacer algo para su reciente sello, Mo’ Wax. Al mismo tiempo, DJ Shadow conoció a unos estudiantes en Davis, que tenían un programa de hip-hop en la radio universitaria. Poco después ultimó los detalles para fundar su propio sello, Solesides (ahora conocido como Quannum Projects).
Fue en 1993, cuando tanto “Entropy” (Solesides) e “In/flux” (Mo’ Wax) fueron editados y comenzaron a circular rumores a miles de kilómetros de distancia acerca de un tipo muy joven haciendo hip-hop instrumental, increíblemente complejo e infinitamente funky.
Ése fue un capítulo que culminó en 1996 con Endtroducing… Después llegaron seis años muy atareados debido al proyecto UNKLE, la producción de Blackalicious, la subsiguiente compilación Preemptive Strike, colaboraciones con Cut Chemist en “Brainfreeze” y “Product Placement”, giras con artistas tan diversos como Radiohead y Jeru The Damaja, la banda sonora de Dark Days, más carretera con Quannum y muchos más. “Sé que me estoy olvidando de un montón de cosas”, se ríe.
Un acontecimiento que no influyó en el retraso de la edición de su siguiente disco fue la marcha de DJ Shadow de Mo’ Wax, o mejor dicho, la ruptura de ellos con él (aunque ninguna de las dos opciones es correcta). Mucho se ha dicho al respecto, pero Davis explica que se trata de algo que fue debido al funcionamiento de la industria discográfica. “En 1998, una gran compañía compró a otra y un montón de artistas se encontraron sin sello. Decidí hacer lo mejor y sacar provecho de aquella situación e hice muchas amistades. Eso fue lo que pensé que debía hacer. No hay remordimientos por aquello, por como se desarrolló todo aquello. Que yo sepa, no hay ningún tipo de mal estar por ninguna de las dos partes. He aprendido a luchar y esquivar cualquier cosa que te tiren en esta esta industria y eso es lo que hice en aquel momento”.
La mayor parte del nuevo disco fue realizada en los últimos meses. “Estaba demasiado ocupado con todos esos proyectos musicales, como para dedicarme en exclusiva a preparar la secuela de Endtroducing… Además, yo nunca he dicho que fuera el tipo de artista que saca un disco cada dos años. Aunque, eso sí, espero que el próximo no tarde tanto en ver la luz”.
La sorpresa con The Outsider para muchos ha sido mayúscula, aunque no para él. “No me he roto la cabeza pensando en las canciones. Simplemente me gustó como fueron apareciendo”. El disco es la obra más variada que ha fabricado hasta ahora, pasando por sonidos y estados de ánimo diferentes. “Cada canción es un mundo. Es lo que más me entretiene”. Por mucho que Josh Davis ame el hip-hop, funk, soul y el rock de las últimas tres décadas, lo que ama más que nada es el espíritu de la música, de los músicos, de las composiciones y las notas. “Yo no busco copiar perfectamente un disco de hip-hop de 1988 o una canción psicodélica del 68”, explica. “Siempre espero aportar algo nuevo e innovador”.