COLDPLAY

Coldplay, humilde revelación

         Coldplay han sido, sin duda alguna, la revelación del 2000. Sus hermosas canciones, accesibles pero de calidad indiscutible, así como su apariencia de chicos sensibles, les ha granjeado una simpatía que parece ser de las que duran mucho tiempo. Ojalá ese estado de gracia se mantenga y Coldplay sean dentro de varios lustros la gran banda que parece llegarán a ser sin proponérselo. Por lo de pronto, está claro que el próximo verano se han ganado el derecho a ser cabeza de cartel de varios de los festivales veraniegos. 

– ¿De dónde viene esa apariencia de chicos normales?

         – Mucha gente piensa que somos humildes, pero no es verdad. No somos Mozarts, pero somos buenos. Aprendí mi lección cuando tenía 15 años. Salí al escenario con mi banda de entonces, Identity Crisis, un grupo de electro-pop con mi colega Dom. Él era bueno y las melodías eran decentes, pero yo era terrible. Cogí un abrigo largo de un amigo y pretendí ser como Bono, y me abuchearon. Desde entonces decidí ser normal. 

– Así que imitabas a Bono.

         – De hecho lo he hecho tanto, que hasta en el último concierto lo he vuelto a hacer. Espero que nadie se haya dado cuenta. Podría hacer de Cat Stevens, de Richard Ashcroft, no de Axl Rose, aunque me han dicho que a veces sueno como Tina Turner. Si no salgo adelante, podría ganarme la vida en un grupo de imitadores. El otro día me encontré con Noel Gallagher y tuve una actitud distante, cuando lo que le quería decir es que una semana antes estaba en mi habitación pretendiendo ser su hermano Liam, lo que es una gran terapia. 

– ¿No es un poco excesiva la letra de “Yellow”, en la que dices que vas a sangrar hasta quedar seco?

         – Creo que se está malinterpretando. Esa canción trata de la devoción, de alguien que se tira delante de un coche por otra persona. Es algo positivo. Desde luego sería raro decirle algo así a un desconocido. Pero por tu mujer o por tu mejor amigo… Haría cualquier cosa por ellos y ellos harían lo mismo por mí. 

– Y “Shiver”, ¿de qué va?

– Tuve un período muy largo en el que pensaba que no iba a estar con nadie y creo que la mayor parte de los tíos piensan así: no es algo de lo que alardear. Pero me parece curioso tener que contestar algo así. Sólo se trata de una canción. No tengo nada que decir sobre ellas. 

– Pero la gente hace suyo lo que cantas.

          – Mira el caso de Radiohead: vuelven con un álbum extraordinario y la gente dice que no tiene canciones. Y cuando salimos nosotros dicen que sólo se trata de canciones. ¿Me entiendes? Quiero decir los periodistas, los que escriben esas tonterías. 

– ¿Y en algún momento te cansas de que “Yellow” esté en todas partes?

– Para nada. ¿Cómo puedes quejarte de tener un single de éxito? Si a alguien le gusta nuestra canción no me preocupa quién sea. Les voy a estrechar la mano y darles la enhorabuena porque no les gusta Mariah Carey o Westlife, sino algo bueno. Por eso nos apetece estar en la primera fila, porque hay una guerra que librar. El otro día escuché algo de Westlife que me enfermó físicamente. Piensas que hay chavales de nueve años escuchando eso en lugar de escuchar “Bohemian Rhapsody”, “Paranoid Android” o una canción del Stevie Wonder de los 70. Eso es lo que nos hace querer estar en las listas. Tenemos una responsabilidad. Hay mucho tiempo en la vida para escuchar cosas, pero a veces pienso que he malgastado cuatro minutos en algo cuando podía haber estado escuchando música asombrosa. 

– Los que os atacan lo hacen por vuestra fama de buenos chicos, como Alan McGee, el jefe de Creation.

         Somos buenos chicos. No le pegamos a la gente, aunque a veces pienso que iría a por ese tío… Puedo asegurarte que me muero por contestarle, pero no lo voy a hacer. Lo he hecho antes en nuestro local de ensayo, pero a nadie le importa. Oasis son una de mis bandas favoritas, así como Ride, y ese tío las fichó en su momento, así que le respeto. Sabe lo que hace. Mejor dicho, lo sabía. 

– ¿Es el rock también una cuestión de actitud?

– Nosotros somos estrellas del rock, pero lo hacemos a nuestra manera. No voy a quitarme la camiseta o a ponerme pantalones de cuero. Ya se ha hecho. No somos la clase de estrella del rock habitual de ninguna manera. No vamos a fumarnos nuestra propia sangre. 

– ¿Tampoco sois así cuando estáis alejados de la luz pública?

– Sí, a veces, pero lo que se trata es de tener canciones y lo demás no importa. Aunque podría parecer un poco altivo si dijera que la gente no tiene ni idea de cómo somos realmente. 

– ¿Y qué es?

         Déjame pensar. ¿Qué es lo que hemos hecho que a la gente le pueda interesar? Bien, supongo que a la gente le gustaría saber que Will… Will es un buen nadador. Escribe eso. Ésa es la clase de cosa que le puede interesar a la gente. De hecho, todos nosotros somos buenos nadadores. Si todos nos matásemos en un accidente aéreo, entonces pareceríamos interesantes. Me pregunto qué dirían de nosotros. 

– ¿Qué crees que dirían?

        – Supongo que dirían que éramos buenos nadadores.

Xavier Valiño

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *