CLAP YOUR HANDS SAY YEAH

Clap Your Hands Say Yeah: “Some Loud Thunder es un disco que va creciendo en ti más lentamente”

 

         De la Universidad de Connecticut a la fama, sin sello discográfico detrás y creciendo como la espuma en Internet. Así empezó la aventura de Alec Ounsworth (cantante y guitarrista), Robbie Guertin y Lee Sargent (ambos guitarristas y teclistas), Tyler Sargent (bajista) y Sean Greenhalgh (batería) bajo el curioso -e inolvidable- nombre de Clap Your Hands Say Yeah.

 

Su primer disco Clap Your Hands Say Yeah empezó vendiéndose en su propia web hasta que, una vez alcanzados los  20.000 ejemplares, una discográfica se ofreció para su distribución. Ahora, con el factor sorpresa superado, intentan repetir el éxito con un disco más denso y menos inmediato, Some Loud Thunder, producido por Dave Fridmann.

 

En concreto, es su bajista Tyler quien responde a esta entrevista, quien en algunas notas biográficas del grupo consta como el fundador de la banda junto a su líder, Alec Ounsworth, aunque él prefiere aportar otra versión. “En concreto no fuimos dos, sino cuatro de nosotros los que empezamos con el grupo”.

 

En cualquier caso, está claro que el éxito de su primer disco les tuvo que pillar por sorpresa. “Sí, un poco. Como nunca habíamos hecho algo así antes, está claro que todo fue algo sorprendente. Nunca se nos pasó por la cabeza llegar a donde estamos ahora.”

 

Con el éxito llega la fama y unas consecuencias que unos llevan mejor que otros. Sin embargo, para Tyler por ahora no ha hay motivo para la queja. “Ahora mismo no puedo pensar en ninguna consecuencia mala, la verdad. En cuanto a los aspectos positivos son los que te puedes imaginar: pasarlo bien, muchos viajes y dedicarte a lo que te gusta”.

 

Lo normal en estos casos es que la fama lleve aparejado el dejar atrás la vida que se llevaba antes, aunque no parece ser éste el caso por ahora. “Es importante seguir con tu vida, sí, pero creo que por ahora no somos tan grandes como para preocuparnos por algo así. Además, intentamos llevar una vida normal al margen del negocio, de las giras y todo eso, regresando a casa y haciendo lo que hacíamos antes”.

 

Muchas veces los segundos discos se convierten en una tortura para sus autores, incapaces de continuar lo iniciado con sus debúts. “Compusimos parte de las canciones mientras estábamos de gira. Otras ya las teníamos de la época en la que grabamos nuestro primer disco, así que no partimos de cero. La grabación fue bastante rápida, como en unas cinco semanas, así que tampoco representó ningún trauma”.

 

Su nuevo sonido, denso, más oscuro, menos inmediato y aparentemente caótico en su estructura se puede entender desde fuera como una reacción a su primer disco. “Aunque se trata de un sonido diferente y nuevas canciones, creo que no se trata de reacción alguna frente al primer disco, al menos yo no soy consciente de ello”, afirma tajante Tyler.

 

Aun así, está claro que ha cambiado bastante la forma de presentar las canciones. “Coincido en que ahora los temas tienen algo de magia extraña, incómoda. Y también en que, grabando nuestro debut en un apartamento, salió algo bastante pop y que, ahora, trabajando en un estudio, todo es más primitivo y oscuro”.

 

Se supone que la participación como productor de Dave Fridmann también tiene su parte crucial en el resultado final. “Sí, el disco hubiera sido diferente sin él. Una buena parte de lo que está en el disco tiene que ver con él, con los instrumentos en su estudio, con su forma de enfrentarse al sonido… Cuando hay gente distinta en el proceso, el resultado será siempre distinto”.

 

No sólo eso, sino que el proceso también ha sido distinto. “Creo que con el primer disco no había una intención clara de hacer un álbum, sino que se trataba de unas maquetas a las que le hicimos algunos pequeños retoques. Además, era también la primera ocasión en la que hacíamos algo juntos. En este caso ya tuvimos un estudio a nuestra disposición, con distintos instrumentos, así que es como una forma diferente de enfrentarse al proceso”.

 

Del mismo modo, se nota que ahora han tenido más tiempo y más recursos para experimentar. “Sí. Para el primer disco grabábamos donde podíamos, casi sin tiempo. Ahora todos tenemos la misma agenda, estamos embarcados en lo mismo, así que evidentemente pudimos centrarnos mucho más en ello”.

 

         Para comenzar el álbum, una canción saturada y que parece mal grabada ya avisa que Some Loud Thunder no va a ser un viaje cualquiera. “Es como un reto. Parece que a alguna gente le ha sentado como un mal trago, pidiendo que le cambiasen la copia del disco porque estaba defectuosa, pero es la forma que tenemos de preparar al oyente para lo que viene después”.

 

De esta forma, su segundo álbum necesita de un tiempo para hacerse con él, convirtiéndose en un disco de más largo recorrido. “Se trata de un disco que va creciendo en ti más lentamente, poco a poco, mientras que el primer disco era mucho más directo, con canciones que enganchaban más a la primera”.

 

Poco nos aclara Tyler sobre los textos que escribe Alec. “Sí, se toma su tiempo, pero, en cuanto a la motivación, tampoco puedo decirte mucho porque yo no soy quien escribe las letras”. Sin embargo, sí que nos comenta algo más sobre las 100 canciones que Alec reconoció tener escritas el año pasado o de sus proyectos paralelos. “Algunas de estas nuevas canciones sí que son probablemente de ese grupo, como todas las que iban en el primer disco. No sé tampoco cómo va su proyecto de disco en solitario en vinilo. Sé que tiene un proyecto en paralelo llamado Pelican Picnic, pero aún no han grabado nada. Todos en el grupo tocamos con otros músicos, pero ninguno de esas historias es relevante”.

 

El sistema de distribución de este segundo disco será el mismo que el utilizado con éxito en el anterior. “Vamos a hacer como con el primer disco, con distribución con sellos distintos en cada parte del mundo, uno para los EEUU y otros diferentes en Europa, como, por ejemplo, Wichita en el Reino Unido o Sinnamon en España”.

 

Por último, queda por saber cuáles eran sus motivaciones cuando empezaron como Clap Your Hands Say Yeah y si les queda algo que aún les gustaría conseguir. “Bueno, lo único que queríamos cuando empezamos era tocar música, y con lo que hemos conseguido ya nos damos por satisfechos”. ¿Seguro, Tyler?

 

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