CENTRO-MATIC LIVE

Centro-matic: tensión eléctrica

 

 

 

 

“Han sido tres fechas en esta agotadora gira española, aunque, justo ahora que estábamos empezando a disfrutarla, a acostumbrarnos y a superar el jetlag y todo eso, se acaba”. Con cara de echarlo de menos antes de que finalizara la tercera de sus citas en España, concretamente en A Coruña, Will Johnson se dirigía así casi por única vez a los que habíamos ido a ver a Centro-matic en la sala Mardigras el pasado sábado.

 

Probablemente, de camino a su país pensará en cuánto le gustaría seguir recorriendo otras ciudades de nuestro Estado. Por suerte para él, tan pronto como se baje del avión habrá un buen montón de compromisos que lo sitúen todo en su justo lugar. Por lo de pronto le espera una gira en solitario, la promoción de un EP grabado con su amigo Jim Eno (Spoon), un disco en solitario que aún busca fecha de edición, pensar en sus próximos pasos con South San Gabriel, atender las giras con otros músicos amigos que reclaman su presencia continuamente y, quién sabe, tal vez resucitar a Monsters of Folk, por cuanto lo de The Undertow Orchestra parece más que improbable ahora que ya no está Vic Chesnutt.

 

En este caso tocaba defender su décimo disco, Candidate Waltz, y el resto de una obra que supera ya las 150 canciones entre distintos singles, EPs, casetes, bandas sonoras y álbumes, con lo que está claro que Centro-matic es la principal vertiente creativa de Johnson. Seguramente será la que más satisfacciones le da, aunque puede que no sea la más rentable, como lo prueba el hecho de que en A Coruña el público no llegase a llenar completamente una sala como la Mardigras, de de esas en las que los músicos se pueden sentir respirar y tocar, de las de pequeño aforo -aunque como comparación, por ejemplo, se puede señalar que bandas similares como Richmond Fontaine no lograsen reunir a más de 30 personas en su última visita a Madrid-.

 

 

  

La tensión eléctrica de sus canciones, mantenida durante buena parte del concierto, se palpó desde el primer minuto con “Fountains of Fire” de Distance of Climate (2001). A partir de ahí, otros nueve temas en similares coordenadas, con sólo algún cambio entre dos de los instrumentistas del grupo como novedad: el teclista Scott Dambon también tocó el bajo y el violín, mientras que el bajista Mark Hedman hizo lo propio con la guitarra.

A partir de “Patience for The Ride”, sin embargo, además de tensión hubo mayor variedad en los registros, con algún que otro estribillo, antes prácticamente inexistentes, o una balada como “Love You Just the Same”, dejando para la conclusión tres canciones devastadoras como “Flashes and Cables”, “Rock and Roll Eyes” y “Fidgeting Widly”. Curioso que en esta parte final fueran tres de sus álbumes los invocados en un par de ocasiones cada uno, como queriendo destacarlos sobre el resto de su discografía: Redo the Stacks (1996), Flashes and Cables (2004) y Fort Recovery (2006).

Sin embargo, llama aun más la atención que de Candidate Waltz -el disco que motivaba esta gira, conviene recordarlo-, Will Johnson únicamente recuperase tres de sus cortes (“Against the Line”, “Iso-Residue” y “Only in My Double Mind”) y, además, casi al iniciar el concierto, tras la ya mencionada “Fountains of Fire” y “Call the Legion in Tonight”. Por una parte, este disco asumido como un reto mayor que evitase la rutina y la zona de comodidad al ser compuesto con el bajo, merecía algo más de atención. Por otra parte, no deja de ser sintomático de lo convencido que está Johnson de la valía de toda su obra y, sobre todo, de que con cualquiera de sus numerosas canciones puede dejar igualmente satisfecho a su público. Podemos dar fe. Que repita pronto y no tenga tiempo ni a pensárselo.

 

(A Coruña. 2 de abril de 2011. Sala Mardigras. Público: 70 espectadores. Promotor: Heineken)

  

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