Categoría: Discos 2018

MÚSCULO!: Músculo! (Músculo!)

Su nuevo disco ha tardado bastante en ver la luz, desde que hace cuatro años editasen Vivac. Lo que sucede es que, desde que el grupo se formó allá por 2011, la banda se ha tomado su evolución con calma. Hasta ahora habían publicado un single y dos EPs (el ya citado más “Buon Giorno” en 2011 y Selección natural en 2013) con diez canciones y pequeños hitos como “Solaria” o “Los chicos de Chicago”, en las que su electrónica cantada en castellano bebía tanto del kraut como del sonido Madchester. Leer más

JONATHAN WILSON: Rare Birds (Bella Union-PIAS)

Se inicia el tercer álbum de Jonathan Wilson y volvemos a encontrar los ecos de Pink Floyd que se paseaban por sus anteriores trabajos (de hecho, es el guitarrista de David Gilmour en sus conciertos). Pero esa pieza de arranque, «Trafalgar Square», tiene más, un ritmo trotón casi glam. El sonido de cantautor eléctrico a lo Laurel Canyon que era la otra base de sus canciones sí que aparece más oculta en una primera escucha.

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THE JAMES HUNTER SIX: Whatever It Takes (Daptone-Popstock!)

“Dulce gruñido”. Así calificó en su día The New York Times a la voz de James Hunter, el único cantante inglés fichado por la discográfica más señera del soul de la última década, Daptone Records, hogar de Sharon Stone o Charles Bradley. Después de recorrer garitos durante años y de acompañar a Van Morrison, en el 2006 se destapó con un primer disco a su nombre. Leer más

ADAN JODOROWSKY: Esencia Solar (El Volcán Música)

Pocas artistas merecen tanto el calificativo de camaleónico como Adan Jodorowsky, al menos entre los de ascendencia hispanoamericana. Además de su labor como actor, director o productor, cuenta varios discos acreditados a nombres distintos como El Ídolo o Adanowsky, con canciones en inglés y en castellano, sonidos bailables, glam, rock, pop… Leer más

FRANZ FERDINAND: Always Ascending (Domino-Musicasusual)

A estas alturas, de aquella generación de bandas británicas que comenzó con el cambio de siglo casi solo queda Franz Ferdinand. Cuando surgieron, ya tenían una edad y estaban curtidos en más de un proyecto sin éxito. De ahí, tal vez, el secreto de su longevidad: habían conocido de primera mano los entresijos de la industria, y saltar a la primera división los pilló ya maduros y resabidos. Leer más