CAMPUS GALICIA ENTREVISTA JOSEPH ARTHUR

ENTREVISTAS 2002

Joseph Arthur, la musa errante

Mientras lees estas líneas, Joseph Arthur está haciendo otro disco. O esculpiendo, o pintando, o tecleando líneas de prosa beat en una pantalla. Puede que ya hayan pasado dos años desde que su álbum Come To Where I’m From recibiese críticas en las que se aludía a Kurt Cobain y a los grandes músicos compositores de Nueva York, pero Joseph no ha dejado de citarse casi a diario con su siempre generosa musa.

El resultado, al menos por el momento, es Redemption’s Son, la clase de disco que atrapa con su riqueza en texturas y la vulnerabilidad y agudeza de sus letras garantizadas para aflojar garras y levantar ampollas. Es alentador saber que su autor aún manifiesta un humilde sentido de humor y una total falta de pretensión.

En él, Joseph toca la mayoría de los instrumentos, pero una parte del mérito se debe también a Pat Sansone que contribuyó con partes de bajo, piano y melotrón. “Sí, aunque también contamos con la violoncelista Nadia Lanman, que aparece en “Favourite Girl”. El productor del disco lo redescubrió en medio de una pila de mis viejas grabaciones,” comenta Joseph.

En realidad, es verdaderamente difícil conseguir que Joseph hable de qué y de quién tratan las canciones de Redemption’s Son, quizás porque piense que ya se descubrió bastante en sus letras. “Creo que la vulnerabilidad del arte es algo realmente atractivo, pero para mí todavía representa un riesgo”. Su nuevo disco, según él mismo comenta, es “sincero y real. Estaría bien que a la gente le gustasen las letras y pensasen que es conmovedor, lleno de alma,” añade.

Cuando se escucha Redemption’s Son, enseguida se reconocen temas de confusión, pérdida e inocencia perdida. “Deberías notar, también, que, por ejemplo, “You’ve Been Loved” se compuso para varios amigos y para mí mismo en reacción a la autocompasión. Es como cuando has sido amado, así que, ¿qué más quieres?”

Hay toda una serie de detalles exquisitos que añaden un color sutil al álbum. “Creo que cuando estaba de gira con Come To Where I’m From me desarrollé mucho como músico,” comenta Joseph. “Ese particular sampling que hago en directo también forma parte de este disco, y espero que eso le añada personalidad y riesgo. No traté de hacer un disco artístico, pero tampoco me dejé llevar por lo comercial.”

Las letras de las canciones merecen una lectura más detenida. A Joseph se le da muy bien remover verdades sencillas. Mira, por ejemplo, en “I Would Rather Hide” -“I know we’re all insane when there’s no-one else around” (“Sé que todos estamos locos cuando no hay nadie más alrededor”)- o el humor negro de “Honey And The Moon” -“We got too much time to kill / like pigeons on my window sill / we hang around” (“Tenemos demasiado tiempo para matar / como palomas en el alféizar de mi ventana / andamos sin hacer nada”)- o “Favourite Girl” -“I’ve been so happy being unhappy with you” (“He sido tan feliz siendo infeliz contigo”)-.

La forma en que utiliza y arregla su voz, también ha dado un salto cuántico. Observa sino las voces casi corales del tema que da título al álbum, el falsete en “Innocent World”, sus frases sordas en la eterna “Blue Lips”, y el relajado gancho de voces tipo John Lennon con el que empieza “September Baby”.

Una de las canciones más directas del álbum quizá sea “You Are The Dark”. “Las letras tratan sobre ordenar el sitio y tumbarse en el limpio vacío, salen directamente de mi vida,” explica Joseph. “Esa canción trata sobre esa persona a la que solías observar para sentirte bien, y ahora cuando la miras hace que te sientas horrible. Es así de sencillo.”

Al interrogarle sobre el pasaje instrumental al estilo de Jimi Hendrix en “Blue Lips”, Joseph levanta las manos satisfecho: “Sí, Hendrix ha tenido en mí una gran influencia, así como en mi música. Creo que la naturaleza psicodélica de mi música viene de él.” Ese amor por Hendrix (y por Nirvana y por Neil Young y Crazy Horse) es también evidente en la música de Holding The Void, el trío que Joseph formó junto con Pat Sansone y el batería Rene López.

Entre los pintores favoritos de Joseph Arthur están William De Kooning, Franz Kline y Basquiat. “¿Qué si exorcizo demonios en mi pintura? Probablemente sí, en cierta medida. Si no te abotargas, ni te anestesias, tienes un montón de energía bruta, y si eres joven y tus demonios todavía son débiles, entonces quedan muchas cosas que entender y resolver.”

Al igual que en los discos anteriores, en Redemption’s Son la portada es diseño propio de Joseph. Esta vez, sin embargo, el énfasis está en la escultura. “Hay una floristería cerca de mi apartamento,” nos explica, “que reparte flores en recipientes de plástico con formas extrañas de todo tipo. Yo las utilizo como un lienzo y los cubro con toda clase de cosas: soldaditos de juguete, muñecas, moscas de plástico y basura que encuentro en la calle. En la portada hay fotos de estas esculturas acabadas.”

Xavier Valiño

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