CAMPUS GALICIA ENTREVISTA DJ SHADOW

ENTREVISTAS 2002

DJ Shadow, el arte del entretenimiento

Después de Endtroducing…, DJ Shadow lo tenía difícil. Lo mejor: facturar un segundo disco sin preocuparse por las comparaciones, aunque tardase en llegar. Aquí está The Private Press y la verdad es que, si no lo comparamos con el anterior, hay mucha miga.

“Más que ninguna otra cosa, lo que quería hacer era un disco entretenido.” No es que éstas sean exactamente las palabras que uno espera escuchar de Josh Davis, más conocido como DJ Shadow. Su reputación es la de un perfeccionista -lo que es, ciertamente-, o, cuando menos, la de un artista serio. No alguien que se dedique al entretenimiento.

Puede ser que, con el tiempo, nuestra percepción de esos dos arquetipos, el del artista y el de aquel que se dedica a entretener, se hayan ido distanciando. Y basta con verlo en directo, tal y como tuvimos ocasión de comprobar en el reciente Festival Internacional de Benicassim, para darnos cuenta de que la realidad es otra.

Seis años después de Endtroducing…, el disco que recientemente ha sido considerado por la revista Muzik el mejor álbum de la escena dance de todos los tiempos, DJ Shadow regresa con un segundo disco, The Private Press, que tiene unas ambiciones algo distintas.

El título del disco ya hace referencia a algo muy personal. “Esa copia privada del título habla de una única copia de un disco que las compañías te publican si les pagas; serían algo así como los artistas más vanidosos del mundo de la música y del mundo de los coleccionistas.”

En su caso, aunque haya muchas más copias, la idea es que cada oyente lo haga suyo. “A medida que iba avanzando en el disco, me encontré girando sobre muchos estilos y discos distintos que me inspiraban, y lo que tenían en común todos ellos era que el factor “casero” era lo más importante.”

El homenaje a tantos músicos anónimos no escapaba de su intención. “Aquellos artistas que se esfuerzan por ser escuchados, al margen de lo que está en las listas, ya sean grupos de funk, garage, o guitarristas folk, tienen un espíritu independiente infinitamente admirable. En ese sentido, The Private Press es mi homenaje a todos esos músicos a los que no se les presta atención, que han dado a la luz sus canciones generosamente a un público generalmente indiferente. También me gusta el título porque no tienes que ser un coleccionista loco para que signifique algo.”

DJ Shadow nació en la ciudad universitaria de Davis, California, cerca de la bahía de San Francisco. Ya en 1990, obsesionado con el hip-hop, envió una serie de grabaciones a distintas compañías, y al año siguiente estaba trabajando remezclando a otros artistas.

Ahora, para su segundo disco, ya no está en el sello que lo lanzó, Mo’ Wax. Mucho se ha dicho al respecto, pero él quiere dejar claro que tiene más que ver con la forma en que opera la industria musical.

“En 1998, una compañía grande compró otra compañía grande y un buen montón de artistas nos encontramos huérfanos con respecto a nuestros primeros sellos. Decidí sacarle el mayor partido a esta situación y trabar nuevas relaciones, lo que me pareció entonces lo más adecuado. No me arrepiento de nada y no hay malos rollos entre la gente que estuvo implicada, por lo que yo sé. Desde luego, he aprendido en esta industria a dejarme llevar con lo que te depare, y ésa fue una de esas ocasiones para probar.” No hay más comentarios.

Este segundo disco fue compuesto, en su mayor parte, entre agosto del 2000 y diciembre del 2001. “Estuve ocupado hasta mediados del 2000 con otros proyectos musicales como para enfrentarme a la continuación de Endtroducing… Nunca he pretendido ser de esa clase de artistas que tiene un disco nuevo cada dos años, aunque espero que el próximo disco llegue antes.”

De nuevo, cada corte es una experiencia distinta. Y, más que gustarle el hip hop, el funk, el soul y el rock de los últimos treinta años, a DJ Shadow le gusta el espíritu de esa música y las combinaciones que se pueden conseguir. “Mi meta en la vida no es duplicar un disco de hip hop del 88 o uno psicodélico del 68, sino incorporar elementos de todo tipo a algo que espero que sea considerado nuevo e innovador.” Eso, le concedemos nosotros, sí es entretenimiento.

Xavier Valiño

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