CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON MANTA RAY

ENTREVISTAS 2003

Manta Ray, rabia contra la máquina

Desde luego, la cantera asturiana que empezó con los 90 está dando ahora sus mejores frutos. Tras el excelente disco de Nosoträsh, llega el asombroso nuevo y doble álbum de Nacho Vegas -que fuera componente de Manta Ray- y la reválida de sus antiguos compañeros en Estratexa -así, en asturiano-.

¿Se parece el resultado de Estratexa a la intención que había antes de grabarlo?

– Creo que sí. Teníamos claro desde el principio que queríamos hacer un disco más duro, más violento, más rabiado. Y el resultado cumple a la perfección con ese plan, con esa estrategia que nos habíamos marcado.

En este disco parece que habéis dejado atrás una etapa y optáis por algo más directo y menos pulido. ¿Es así?

– Es así. Teníamos la espina clavada de que, en los discos anteriores, no habíamos sabido plasmar el sonido que conseguimos en directo. Y en este disco creo que hemos conseguido hacerlo. Por eso está grabado en directo, con los cuatro en la misma sala del estudio, como si estuviéramos en nuestro local de ensayo. Y creo que eso se nota. Y se notará aun más en directo.

También habéis optado por la faceta más instrumental. ¿Distraen los textos de lo que queréis decir?

– Sabemos que la materia prima de nuestro trabajo es el sonido. Nuestro lenguaje es abstracto y eso soporta mal el discurso más narrativo, más figurativo, que le pueden proporcionar los textos a la música. Preferimos explotar las posibilidades del sonido y no incorporar demasiados elementos que desvíen la atención de ello. Por eso la voz y los textos cada vez van perdiendo más peso en la música de Manta Ray.

¿Cómo están de escondidas las sensaciones que pretendéis reflejar en las letras? ¿Se les dan muchas vueltas antes de ser definitivas?

-Yo creo que en la música de Manta Ray, al margen de que haya una intención de reflejar determinadas sensaciones e ideas, hay un espacio muy grande para la interpretación del oyente. Eso nos interesa y cada vez lo tenemos más claro. De alguna manera, la percepción es un proceso también de creación, porque es donde ordenas todas esas ideas que la música te puede proporcionar.

¿Cómo se puede sonar como un grupo siempre interesante?

– Pasando muchas horas en un local de ensayo frío y húmedo.

¿Se rechaza lo que ya se ha hecho anteriormente?

– Algo de eso hay. Nos gusta reinventarnos a nosotros mismos y no tener un lenguaje musical demasiado claro. Nos desprendemos, en cada nuevo trabajo, de todo lo que adquirimos en nuestro trabajo anterior. Si no hiciéramos eso, nos estaríamos acomodando y eso no nos gusta.

¿Os sigue gustando la música que se hizo en Alemania en los 70 y es vuestra principal referencia?

– Nos gusta, claro que sí. Can nos parece un grupo fundamental, por poner un ejemplo. Pero tampoco podemos decir que sea una referencia principal para nosotros, porque procuramos trabajar sin referentes, sin influencias que nos puedan llevar al mimetismo. Hace tiempo que aprendimos a desprendernos de la música que escuchamos cuando entramos en el local de ensayo. Todas las influencias que pueda haber son inconscientes.

Si tuvierais que poner la banda sonora a una película, ¿cuál os gustaría que fuera?

– Cada uno de nosotros te diría una distinta. Además, son muchas las películas que nos podrían interesar en ese sentido. En cualquier caso, nos gustaría hacer una banda sonora de una película donde pudiéramos involucrarnos desde el principio. No nos entusiasma la idea de trabajar por encargo para una película, pero si la idea de colaborar con un director de cine desde los comienzos de un trabajo fílmico.

¿Hasta que punto controláis todo lo que afecta al grupo: portadas, escenario, producción…?

– Pues casi totalmente. Nos involucramos al 100% en todos esos aspectos, pero siempre procuramos rodearnos de gente de confianza que nos eche una mano, y en ellos delegamos algunos aspectos. De las portadas o las luces de los conciertos se encarga, por ejemplo, Ramón Isidoro, un artista asturiano amigo nuestro en el que confiamos plenamente y con el que podemos dialogar de todos esos aspectos. Nosotros sólo somos músicos y dejamos otro tipo de aspectos para gente que conoce ese terreno y sabe lo que queremos. Ellos son, de alguna manera, los otros miembros de Manta Ray.

¿Hay algún productor con el que os gustaría trabajar?

– Kaki Arkarazo. Afortunadamente, ya trabajamos con él.

¿Qué recuerdos quedan hoy de vuestro primer disco?

– Pocos, creo. Supongo que éramos más inexpertos que ahora. Más ingenuos musicalmente.

¿Ayuda a mantener la ilusión sabiendo que hay tanta o más receptividad a vuestras canciones en el extranjero?

– La ilusión se mantiene precisamente porque no sabemos qué receptividad puede tener nuestra música fuera del Estado. Nos ilusiona tocar fuera y enfrentarnos a un público nuevo, que no nos conoce de nada.

¿Qué cosas cambiaríais de vuestra trayectoria si pudierais volver a empezar?

– No me gusta mirar demasiado al pasado, así que mejor pensar qué cosas hacer en el futuro de las que no te puedas arrepentir.

Xavier Valiño

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