CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON JOHNNY CASH

ENTREVISTAS 2003

Johnny Cash, anillo de fuego

Johnny Cash no tiene la menor duda de que The Man Comes Around, su cuarta colaboración con el productor Rick Rubin, está a la misma altura que sus tres predecesores, que fueron recompensados con premios Grammy. “Creo firmemente que es el mejor disco que hemos hecho,” dice. “Va más allá que los anteriores, en múltiples direcciones, pero todos ellos tienen en común que he hecho esas canciones como algo mío. Ésa es su unidad: son mis canciones.”

Al igual que los tres discos anteriores de la serie de Johnny Cash y Rick Rubin, American Recordings, The Man Comes Around fue grabado casi enteramente en el salón de la casa de Rick Rubin en Los Angeles. De todas formas, esta vez parte de las sesiones se hicieron en los estudios de Johnny Cash en Tennessee y Jamaica, mientras que la emocionante versión del clásico “Danny Boy” fue grabada en dos horas en la catedral episcopal de Los Angeles. Una vez más, el cantante, el productor y sus amigos y familiares contribuyeron con muchas ideas a la grabación; además, las quince canciones seleccionadas finalmente para el disco representan uno de los discos más sorprendentes en las casi cinco décadas de carrera de esta leyenda de la música americana.

Desde el “Hurt” de Nine Inch Nails al “I’m So Lonesome I Could Cry” de Hank Williams, desde el “In My Life” de los Beatles hasta el “Personal Jesus” de Depeche Mode, desde el “Bridge Over Troubled Waters” de Paul Simon hasta “Give My Love To Rose” del propio Cash, es difícil presentar una colección que cubra más épocas y estilos. Los invitados -Don Henley, Fiona Apple o Nick Cave- sólo acaban de darle forma al conjunto.

Encontrar un sentido emocional al todo es algo que sólo Johnny Cash puede hacer. “El tema del disco es el espíritu,” dice. “El espíritu humano, más que el espíritu de Dios; en concreto, el espíritu humano luchando por sobrevivir. Probablemente refleja algo de la madurez que he experimentado con el dolor que he sufrido por la enfermedad que me llevó a casi morir.”

Durante años, su enfermedad ha sido mal diagnosticada: primero como el mal de Parkinson, después como el síndrome de Shy-Drager. “Ahora dicen que es neuropatía autonómica,” comenta. “No tengo ni idea qué significa, salvo que me estoy haciendo viejo. Me he sobrepuesto con voluntad. He encontrado las fuerzas para hacer este disco sólo para alejar el mal de mí. A veces iba al estudio sin voz, cuando podía haberme quedado en casa, pero no quería que fuera así. Llegaba, abría la boca e intentaba que saliera algo. Grababa cuando era la última cosa en el mundo que podía hacer. Y éstas son las canciones que tenían el fuego, el sentimiento, el fervor y la pasión. Hay mucha fuerza que sale de esa debilidad.”

Cash afirma que su versión del “Hung My Head” de Sting es un ejemplo de una interpretación que salió en un día especialmente difícil. “Al buscar en lo más profundo, fui capaz de trascender no sólo mi dolor, sino también mis expectativas. Es la clase de canción que tanto me gusta. Una historia trágica, lúgubre. Las canciones de mi gente son canciones de desastre y tragedia, muerte, asesinatos y relaciones rotas, y esta canción encajaba perfectamente ahí.”

Lo más sorprendente es que Johnny Cash revela una predilección especial por las dos canciones que, en principio, están más lejos de él: las versiones de los himnos industriales “Hurt”, de Nine Inch Nails, y “Personal Jesus”, de Depeche Mode. Fue el productor Rick Rubin quien le propuso cantarlas. “Creo que “Hurt” es la mejor canción en contra de las drogas que he escuchado nunca,” asegura. “Habla del dolor de un hombre y de lo que nos podemos hacer a nosotros mismos y de la posibilidad de no volver a hacerlo más. Me sentí identificado desde el principio. En cuanto a “Personal Jesus”, se trata simplemente de la canción gospel más evangélica que haya grabado. No sé cuál era la intención del autor, pero eso es lo que es.”

Esa pasión y esa entrega definen por entero The Man Comes Around. Ocho años después de que Rick Rubin –conocido por su trabajo con Beastie Boys, Red Hot Chili Peppers o Tom Petty- le propusiera a Cash grabar un disco con únicamente él y su guitarra acústica, Johnny Cash es consciente de que los cuatro álbumes de la serie American Recordings representan una fase especial de su carrera, un trabajo que ha mantenido su base en el poder y la integridad de su voz y sus canciones. “Lo protegemos con toda nuestra fuerza,” comenta. “Prestamos atención a todo. Grabamos lo que queremos y traemos a quien queremos, y no aceptamos ninguna intromisión. Lo hacemos justo como queremos.”

En febrero del año pasado, Johnny Cash celebró su 70 cumpleaños. “Recibí llamadas de todo el mundo,” dice. “Tuve un día muy agradable con todos mis amigos y la gente que quiero, y pensaba que todo el mundo parecía estar celebrando una fiesta en mi honor mientras que yo me iba a acostar temprano.” De hecho, el 2002 fue un año lleno de fechas señaladas en su vida: el 50 aniversario de Sun Records, el sello que lo lanzó, y el 25 aniversario de la muerte de su amigo Elvis Presley, además de la edición de varios discos de tributo y la reedición de su interminable catálogo. Pero el entrañable Johnny Cash se enfrenta a todo de la misma manera. “No vamos a parar,” afirma. “Ya estamos pensando en el siguiente: el año 51, el año 71. Estamos ansiosos por empezar a trabajar de nuevo.”

Xavier Valiño

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