CAMPUS GALICIA ENTREVISTA BADLY DRAWN BOY

ENTREVISTAS 2002

Badly Drawn Boy, melodía encadenada

“Bob Dylan dice que no puede recordar un solo instante en el que no haya sido famoso, y sé exactamente lo que quiere decir.” Damon Gough, más conocido por su seudónimo Badly Drawn Boy, reflexiona en voz alta sobre la situación en la que se encuentra en la actualidad, justamente después de editar su primera banda sonora, About A Boy, tras un primer disco de éxito insospechado, y cuando publica su tercer disco, Have You Fed The Fish?

“Obviamente, él ha sido famoso desde los sesenta, así que estamos hablando de un nivel de fama completamente diferente, pero los cuatro últimos años de mi vida han sido tan intensos que no puedo recordar lo que era ser yo antes de que todo esto comenzara.”

Damon Gough ya no recuerda aquel tiempo en el que era más conocido por su nombre de pila que por su alter ego. Cuatro años atrás acababa de editar dos singles en su propio sello, Twisted Nerve, aunque ya empezaba a ganarse una reputación por sus composiciones únicas y por sus conciertos distintos a lo habitual.

Por aquel entonces, sólo tenía la ambición de grabar “un disco clásico”, que es justo lo que consiguió con su primer álbum, The Hour Of The Bewilderbeast, la banda sonora definitiva del verano del 2000. En aquel año, allá por septiembre, consiguió el reputado premio Mercury, un hecho que lo cogió por sorpresa. “Las cosas buenas no le suceden normalmente a la gente buena,” dijo entonces. En aquel acto pareció profundamente emocionado y, mientras dejaba caer una lágrima, comenzó con un discurso interminable de siete minutos, poco antes de perder el cheque de 400.000 euros durante la noche de la celebración.

Entre los admiradores que aquel disco tuvo estaba el escritor Nick Hornby, que pensó que Damon Gough sería el compositor perfecto para escribir la banda sonora de la película que se iba a hacer de su tercera novela, About A Boy, una gran producción que iba a protagonizar Hugh Grant.

El ambiente cinematográfico de aquel debut también atrajo la atención de los directores de la película, Chris y Paul Weitz, que le pidieron a Damon Gough que escribiera dos o tres canciones para la banda sonora. Le explicaron que El graduado era el ejemplo perfecto de lo que estaban buscando, aunque éste pensaba más en Trouble Man de Marvin Gaye o Superfly de Curtis Mayfield y estaba decidido a hacer algo tan original como fuera posible. “Les costó bastante hacerse a la idea de que yo podía componer la banda sonora entera, aunque yo entendí inmediatamente lo que me pedían,” dice. “Se trataba menos de la música en sí y más de la forma en la que se dirigieron a mí.”

Después de leer la novela, Damon Gough escribió cuatro canciones, incluyendo los dos singles, la hermosa y desesperada “Silent Sigh” y la irresistible y pop “Something To Talk About”. Durante las sesiones de grabación compuso hasta 70 piezas, incluyendo las diez canciones y los siete instrumentales que al final aparecen en el disco. “Hacer About A Boy ha afectado definitivamente lo que voy a incluir en el próximo disco,” afirma. “Cada disco que haces es una reacción a lo último que publicaste, así que mi segundo disco será inevitablemente diferente a lo que sería de no haber trabajado en esta banda sonora. Básicamente, ha abierto mi forma de escribir a muchas posibilidades, que es como se titulará.”

En estos momentos, All Possibilities se graba en el estudio en el que se grabó Pet Sounds de los Beach Boys. Más que nunca, Damon Gough está abierto a dónde quiera que las canciones le lleven, tanto musicalmente como en los textos. “La parte más importante del disco serán cosas que son relevantes ahora,” aclara. “No podría seguir escribiendo sobre relaciones que se rompen, aunque todavía me atrae lo intrincado de una relación. Quiero escribir sobre las cosas extrañas que te ocurren cuando llegas a la posición en la que estoy ahora.”

Hasta ahora, su éxito se medía por las declaraciones de gente de su ciudad, Manchester, como Oasis o Johnny Marr. En los últimos tiempos, sus seguidores reconocidos son más internacionales: Bono, Meg Ryan o Alan Rickman. Incluso ídolos de adolescentes le han pedido consejos -“No te metas en el mundo de la música”, fueron sus palabras- y Joan Collins estuvo encantada de participar en sus videos -“Me gusta su música y pienso que es un chaval con mucho talento,” dijo-.

Los momentos altos y bajos de la fama son el tema de una nueva canción, “How” que dice que será el centro de su nuevo disco. “Es algo grande. Pasa de un country-folk a una sinfonía religiosa y a un rock. Hay una línea que dice: “¿Cómo podré darte las respuestas que necesitas, cuando todo lo que tengo es una melodía?” Me pregunto qué narices puedo darle a la gente y cómo puedo hacer que mi vida funcione en aquellas cosas en las que quiero trabajar.”

El torear la fama es algo que comienza a preocuparle. “Me gusta pensar que si el éxito continúa, seguiré haciendo música que es un reto para mí y, espero, para el público,” dice. “Me gustaría hacer algo más diverso, no como un saxofonista experimental, pero sí salirme de lo que la gente espera de mí.”

Mientras ese segundo disco llega, la banda sonora de una película de gran presupuesto no es lo que los seguidores de Badly Drawn Boy hubieran sospechado de un ídolo que empezó con singles en una compañía independiente, algo que no le preocupa mucho. “Me preguntaba que pensarían de mí por componer la banda sonora de About A Boy. Seguro que mucha gente lo cuestiona, pero espero que muchos de ellos lo vean como un gran video promocional para mi música. Aún mejor, como una promoción gigante por la que no he pagado nada.”

Xavier Valiño

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