BLACK BOX RECORDER

Black Box Recorder, desdén social

 

Pocos tipos lo han hecho tan bien como él. Puede que Ray Davies, al frente de The Kinks o, en los últimos tiempos, Jarvis Cocker como imagen visible de Pulp. Pero el caso es que Luke Haines siempre ha estado en la sombra, narrando las bajezas de la clase media, forzado por la perversidad de unos medios de comunicación que sólo buscan la flor de un día y por  un público que escapa de aquellas canciones que le hacen pensar.

 

Lo de Luke Haines se lleva fraguando a lo largo de los años 90 como la   carrera con mayúsculas del pop británico de estos años. Y casi nadie se ha enterado. Sus tres discos con The Auters lo atestiguan, al margen de cualquier moda, pero siempre incidiendo en la yugular de lo que más duele a sus compatriotas. El año pasado incluso lo intentó bajo el nombre de la facción terrorista que tenía en vilo a la sociedad alemana de los 70, Baader-Meinhof, dejando bien claro que ni tan siquiera en la elección de un nombre lo iba a poner fácil.

 

Así que si de despistar y de experimentar con otros nombres y otros compañeros se trataba, ¿por qué no volverlo a intentar? John Moore ha sido el elegido para acompañarlo, otro de los desterrados forzosos de los laureles del pop británico, que comenzó su aventura acompañando a los hermanos Reid en The Jesus & Mary Chain y que, más tarde, lo intentó con Revolution 9, un grupo que hasta se paseó por los escenarios estatales en más de una ocasión.

 

No tenían nada que perder. Así que Sarah Nixey, una recién llegada, sería la voz y la imagen de Black Box Recorder, la nueva encarnación de Luke Haines y John Moore, llevando con su tono opiáceo las habituales canciones impregnadas de rencor de éstos hasta extremos antes impensables. Y de esa forma se presenta England Made Me, un disco tan inesperado como sobresaliente, en el que lo que hay de aspereza incrementa su sensibilidad.

 

La gema de este proyecto se llama “Child Psycology”, un relato de la vida de una joven aburrida y llena de rencor, que pasa los años de su niñez muda y odiando a todo el mundo sólo por el placer que le produce odiar. Es, sin duda, el anti-single de 1998, y el resto de England Made Me va añadiendo detalles a esa sensación de desdén épico. Y por si alguien aún lo dudaba, “Child Psycology” encierra el estribillo del año: “La vida es injusta. Suicídate o sobreponte a ello”. En su caso, tanto Luke Haines como John Moore, aunque puedan haber sopesado la primera posibilidad, está claro que se han decidido por la segunda. Lo que es la solución menos fácil pero la mejor para todos nosotros. Gracias por intentarlo. -¡Y de qué manera!-

Xavier Valiño

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