BJÖRK

Björk, intérprete total

 

         Tenía que ser así. Los que ya la conocíamos sabíamos que tampoco en el celuloide podría contentarse con fingir. Su interpretación en Bailando en la oscuridad ha sito tan intensa como todas sus canciones y su nuevo disco, Selma’s Songs –la banda sonora del filme-, tanto que acabó enemistada con su director. A pesar de todo, y sin experiencia previa tras las cámaras, se llevo el premio de interpretación de Cannes. Eso sí, ha prometido no repetir en algo que no es lo suyo.  

– ¿Por qué te eligió Lars von Trier para interpretar a la Selma de Bailando en la oscuridad.

         – Parece ser que el papel estaba diseñado de alguna forma para mí, pero habría que preguntarle a Lars cuál fue la razón decisiva. De todas formas, creo que veía algo en mí que estaba en el papel. En cualquier caso, no me atreví a preguntarle.  

– Tengo entendido que desde el principio quedó claro que te interesaba más componer la música para la película que el papel.

– Desde luego. No sentía el más mínimo interés en el hecho de actuar. Amo tanto la música que me parecía que le estaba siendo infiel. Me sentía un poco sucia. Estaba engañando al amor de mi vida. Así que al principio me negué 

– ¿Era consciente de ello el director, Lars von Trier, a la hora de comenzar a filmar?

– Le dije que no me interesaba lo de ser actriz, que no iba conmigo, que no quería convertirme en una estrella del cine, pero, evidentemente, no quiso cambiar de idea. Le dejé muy claro que nunca había hecho teatro con anterioridad y que no tenía la más mínima ambición en relación con la idea de actuar. Pero me sentía muy cerca de esta mujer, del personaje, así como de las canciones, y me propuse luchar por ellas con toda mi vida si fuera necesario.  

– De todas formas, algo tuvo que haber para tenerlo tan claro y no cambiar de idea a pesar de todas las negativas que le diste una y otra vez.

– Sí, valoraba el hecho de que me siento mucho más cómoda dentro de una canción que en la vida real. Y hay una gran cantidad de ensoñación y de algo que podemos llamar escapar de la realidad en mí y en el personaje de Bailar en la oscuridad, Selma. Sólo me siento segura y en calma cuando compongo música o cuando canto. Entendiendo lo que hay de abstracto en la música, pero la gente me asusta. Y eso también es cierto en lo que respecta a mi forma de comportarme de manera impredecible.  

– ¿Hay alguna diferencia clara entre el personaje que interpretas en la película y para el que compusiste las canciones y tú misma?

– Tal vez Selma sea un poco más inocente que yo, porque cree de verdad que la vida puede ser un musical interminable. Yo ya no lo creo más. 

– ¿Qué puedes comentar de tu tormentosa relación con Lars von Trier mientras se rodaba la película?

         – Los dos somos personas muy obstinadas y ya está. Lars es mágico y me gusta precisamente porque siempre está buscando conflictos. Tengo que decir que desde el principio se ofreció a ayudarme para evitar un fiasco. Sólo fui una herramienta en su película. Le di toda mi voluntad a él. Pero, como he dicho, soy una persona totalmente ilusionada con la música y pienso en ella 24 horas al día, así que la mediocridad nunca ha sido mi punto fuerte. 

– ¿Qué es lo que te hizo involucrarte en el proyecto desde el punto de vista musical?

         – La oferta llegó en el momento exacto. Escribí sobre mis propios sentimientos durante tres discos y me apetecía escribir sobre Selma en lugar de hacerlo sobre mí. Si soy honesta, hay más cosas en el mundo que Björk. Sorprenden que lo diga yo, ¿no te lo parece? 

– ¿Eras fan de Lars von Trier antes de rodar con él?

– No sabía quién era antes de recibir la oferta de participar en Bailando en la oscuridad, pero después vi Rompiendo las olas y me enamoré de ella. Creo que es una de las mejores películas hechas en los diez últimos años. Ahora soy una gran seguidora suya porque es honesto y no es falso. Tiene el coraje de ser genuino. Y no se compromete cuando se trata de emociones. Cuando otra gente se guarda sus sentimientos más extremos, el se atreve a dejarlos salir. Cuando vi Rompiendo las olas pensé que era físicamente violenta. Las emociones eran tan fuertes… Corrí por toda la casa mientras duraba la película, no podía estarme quieta, y nunca me había pasado antes viendo un filme. Después quería celebrar que hubiera gente con sentimientos tan intensos como los míos, gente que era como yo. Escondemos tanto los sentimientos en este mundo… 

– ¿Y cuáles ocultas tú?

         – Tengo suerte porque conservo amigos de la adolescencia con los que me puedo desahogar. Pero cuando estoy con extraños oculto mis sentimientos. Aunque todo el mundo es así, no importa el trabajo que tengan. En tu trabajo nunca eres tú realmente, ¿verdad? Sólo de las estrellas del pop se espera que sean ellas mismas en su trabajo. 

– Siempre te han calificado de diferente. ¿Cómo te sienta?

        – Sí, siempre he convivido con la palabra diferente desde pequeña. Y siempre me ha hecho gracia. No me sienta mal que la gente se ría de mí… Más bien me gusta, si soy honesta. A veces me tomo a mí misma demasiado en serio así que necesito unos golpes como medicina. Pero nunca se lo he dicho a nadie y la gente se cree que soy tan sensible y que estoy absorta en mí misma. Además, en cuanto a lo de ser diferente, nunca he encontrado una persona normal en mi vida. Y esos que crees que son normales, tienen alguna afición secreta que acaba por salir ocho años más tarde, ¿no?

Xavier Valiño

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