BEN HARPER

Ben Harper, el blues del alma

(Foto: Marcela San Martín)

        No se puede clasificar de forma simple el encanto crudo de Ben Harper. Es un músico, un artista y un individualista. Bien sea a través de su espíritu soul, del gospel sureño, del funk de los 70 o del blues eléctrico, entre muchos de los estilos que interpreta como nadie, Harper mantiene una actitud por y para la música que demuestra una vez más en su nuevo álbum, Diamonds On The Inside.

        Durante casi diez años, Ben Harper y su inseparable guitarra Weissenborn han sido una bendición en el mundo capricho del rock & roll corporativo. “Nunca firmé con nadie para ser un salvador del rock & roll,” reconoce, pero su modestia a la hora de componer música asume una vida propia. En directo es explosivo y energético, al tiempo que es un impecable sabueso de estudio que se abstrae en cada canción. Harper es la quintaesencia del artista perfecto para la gente.

        “Nunca anduve detrás de la MTV. Nunca le pedí a las radio-fórmulas que me incluyesen. Si me he convertido en alguien con un cierto nombre, es por el público. Es la gente que me escucha quien divulga mi música por todo el mundo.”

        Esta manera de hacer rock desde la base le ha funcionado bastante bien y es por eso que Harper hace lo que hace. Hace música para la gente, gente que es consciente de los objetivos más grandiosos del mundo y poco impresionada por la mediocridad política.

        “Sé que con mi música puedo lograr la diferencia, y eso se expande a través de quienes me llevan con ellos para que el mensaje se pueda oír. Eso es lo que hay en todos mis discos, desde mis comienzos en 1994: Welcome To The Cruel World (1994), Fight For You Mind (1995), The Will To Live (1997), Burn To Shine (1999), el álbum en directo Live From Mars (2001) y, ahora, Diamonds On The Inside.”

        Su quinto trabajo de estudio es duro, cargado de funk y con unas texturas folky que nunca han sonado mejor en sus manos. Pero en esencia, Ben Harper es un compositor de canciones de una sinceridad poco común. Lo que ha ido extendiendo su nombre sin parar en estos años es su talento para dar voz a lo bueno, lo malo y lo feo de una investigación espiritual.

        “Colaborando conmigo están The Innocent Criminals: Juan Nelson, bajista, Leon Lewis Mobley, percusionista, y Oliver Charles, batería.” Entre todos extraen un conjunto carismático y emocional de canciones que es lo más completo de Harper hasta la fecha.

         With My Own Two Hands” primer sencillo de Diamonds On The Inside es un ritmo para sentirse bien con indicios de reggae a lo Marley,” reconoce su autor. En él, Ben Harper libra una particular batalla con un penetrante falsete. “También está  acompañándome mi teclista Greg Kurstin, que ha colaborado con Red Hot Chili Peppers, Flaming Lips, Beck…”

         “La búsqueda de sabiduría en un poder más alto es una constante en mi música y, sin duda, un tema bastante presente a lo largo del nuevo álbum.” En “Omen Amen” acústicas artesanales se elevan alrededor de los pensamientos sacros de Harper, preguntándose: “¿Volveré a ver tu cara otra vez?” 

        En “Picture Of Jesus” Harper se mueve hacia los sonidos del mundo de África. “El famoso coro de diez hombres Ladysmith Black Mambazo se unió a mí en esta especie de himno de casi seis minutos, y la verdad es que consiguieron hacerme saltar las lágrimas durante la grabación.”

          “Touch From Your Lust”, por ejemplo, parte de un sueño nebuloso.” En él, el lado sensual de Harper se retuerce entre ardientes riffs de guitarra y palpitantes líneas de bajo. Ben también acierta a hacerse evocador en los textos, como puede comprobarse en ese imponente rock titulado “Touch From Your Lust”.

        “Bring The Funk” se tiende sobre un ritmo funk que Nelson me ayudó a dar forma. Mientras, en el tema que da título al álbum y en “What She Believes” jugamos a escondernos con etéreos bordes vocales,” comenta su autor.

        Por su parte, en “Diamonds On The Inside” Ben Harper toca una tecla interna, transformando ese hilo de dudas que hay en el interior de todos nosotros en una pepita country-rock, y lo hace con poética dulzura.

        Ben Harper es un perro de carretera. “Sí, normalmente hago 150 actuaciones al año y grabo material durante los trayectos en autobús y las pruebas de sonido. Esta vez me tomé un descanso. Mi cuerpo y mi mente necesitaban tiempo para rejuvenecer. Quería hacer un álbum sin las distracciones de estar de gira.” Diamonds On The Inside es un testamento a su voluntad y paciencia. Apagará la sed de devotos y convertirá a los que prueban la poción de Harper por primera vez. Es, definitivamente, un artista para la gente.

Xavier Valiño

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