ALABAMA SHAKES

Alabama Shakes, bendice tu alma

 


Brittany Howard lo tiene. Tiene una voz que puede convencer a cualquiera para hacer lo que le dé la gana. Es una voz que algún otro artista de soul sureño también ha tenido, consciente de su poder superior y, al mismo tiempo, cargada de fe en el ser humano. Desde que hace unos tres años puso en marcha su nuevo proyecto, Alabama Shakes no han parado de crecer, gracias en buena parte a ese innegable talento natural. Aunque suele llegar en sus canciones al clímax con un grito primario que tan profundamente emociona, no hay nada en su forma de hacerlo que resulte forzado. La misma impresión da su forma de conducir y liderar la banda, un grupo al que la crudeza nada forzada de su sonido coloca en otra categoría distinta a otros revivalistas del soul.

 

 

Quien puede que lo haya explicado mejor es Patterson Hood, líder de Drive-By Truckers y uno de los primeros en caer rendido ante el grupo. Según él, que ha comparado la habilidad de Brittany para cautivar para siempre al público de la misma forma en la que lo hacía Bruce Springsteen en los días de los 70 en los que sus conciertos eran acontecimientos que sumaban adeptos a la causa, “ella tiene eso indescriptible, lo que separa a la gente que es muy buena de la que tiene ese algo extra. Hay gente que tiene una voz técnicamente igual a la suya, e incluso mejor. Lo suyo no es elaborado, extravagante ni algo nuevo. Pero la forma en la que conecta con la gente, por lo que yo he podido ver, es lo que me sorprende. Parece que cuanto mayor es la sala, más grande es esa conexión. Si no dan un paso en falso, no puedo ni imaginar adónde pueden llegar”.

 

 

Tiene su lógica, porque a ese don se le suma que Brittany Howard siempre ha cantado. Empezó con la banda bluegrass de su tío, entonando clásicos como el “Hound Dog” de Elvis Presley a los cuatro años para pasar a componer unos primeros bocetos un año después con su hermana mayor, que murió en 1998 de un tumor cerebral. “Llevo cantando toda la vida, desde que tengo uso de razón, aunque se puede decir que a los 13 años empecé a componer”, afirma para Ruta 66 en un receso de su segunda gira inglesa, parte de la primera que hacen por Europa. “Siempre me había gustado la música, pero fue cuando dimos nuestro primer concierto con el grupo punk en el que estaba a los 13 años que todo cobró sentido, con los otros músicos al lado, respaldándonos unos a otros… En ese momento supe que quería escribir mis canciones e interpretarlas”.

 

 

Fue en la clase de psicología del instituto de Athens, Alabama, donde la adolescente cantante y guitarrista Brittany Howard, que trabajó como repartidora de correo, empezó algo distinto a todo lo anterior, el grupo que la ha traído hasta aquí. “Le pregunté a Zac Cockrell, bajista, si quería empezar una banda tras verle con una camiseta de At the Drive-In que me indicó que él era distinto”. En casa de Brittany empiezan a componer bajo el influjo de Bowie y el rock progresivo, para lo que convierten su dormitorio en un improvisado estudio, de forma que Brittany tiene que acabar durmiendo a veces en el baño. “Poco después invitamos a unirse a nosotros al batería Steve Johnson, ya que sabíamos que le gustaba el punk y el metal”. Steve trabajaba en la única tienda de instrumentos de música de la ciudad (Railroad Bazaar) por el día y como vigilante en una planta nuclear por la noche.

 

 

Como trío graban una primera maqueta en la casa que Brittany había heredado de su abuelo. “Esa maqueta llegó a oídos del guitarrista Heath Fogg, componente del grupo local Tuco’s Pistol, quien nos invitó a participar en un festival en el instituto. Siempre había deseado tocar con él, ya que era mi guitarrista favorito, veía todos sus conciertos y me gustaban sus interpretaciones de Chuck Berry, David Bowie o Prince. Así que accedimos, pero con la condición de que él fuera nuestro guitarrista. Ya ves: al principio me intimidaba y hoy es mi guitarrista”.

 

 

 

 

Ahí se completó el cuarteto que hoy conocemos, aunque en un principio se llamaron The Shakes. Al igual que The Beatles, se curtieron durante un par de años tocando en todos los tugurios que se lo permitían, en sesiones de cuatro horas con descansos de 10 minutos, haciendo casi exclusivamente versiones. “Al principio éramos un grupo de versiones que trataba de entretener a su público, pero empezamos a componer poco a poco y de forma natural”.

 

 

Mientras iban componiendo sus propias canciones, pensaron en cómo darles salida. Aquellos primeros temas del grupo fueron los que cambiarían su suerte. “Descartamos grabarlos en la casa de mi abuelo porque la condensación destruía las cintas, así que registramos nuestras dos primeras canciones en un estudio en Nashville, que llegaron hasta Justin Gage, responsable del blog Aquarium Drunkard. Él nos pidió permiso para colgar en su web “You Ain’t Alone”. Yo no sabía quién era porque no leía blogs. Al día siguiente, me llevé una enorme sorpresa: mi mail estaba lleno de mensajes de discográficas, managers y editoriales. Gage también pasó la canción a Drive-By Truckers, quienes nos ofrecieron ser sus teloneros antes incluso de vernos”.

 

 

Ya con el nombre cambiado definitivamente a Alabama Shakes, siguiendo las indicaciones de su nuevo representante Red Light Management (J.D. McPherson, Dinosaur Jr., Los Lobos, North Mississippi Allstars, The Jayhawks, los propios Drive-By Truckers), en septiembre del año pasado editaron su primer EP de cuatro canciones que colgaron en su bandcamp, con “Hold On” como estandarte. A este 45” le siguió un single en el sello de Jack White, Third Man Records, grabado en directo, con “Be Mine” y “You Ain’t Alone”. Y, ahora, su recién editado debut, Boys & Girls. Mientras, no han dejado de recibir halagos de seguidores como Patterson Hood, Booker T. Jones (que quiso y consiguió tocar con ellos), Robert Plant, Alex Turner o David Byrne.

 

 

El sonido sureño está claro en vuestras canciones pero, ¿se recoge también de alguna manera el haber crecido en un sitio como Athens, Alabama?

– Se puede decir que Athens es lo que ha hecho que escriba canciones. Lo hacía para escapar, ya que no es el sitio más excitante para vivir, así que de esa forma me entretenía. Me gusta mi hogar, lo conozco perfectamente, pero no puedo mantener mi atención solo en Athens durante largos períodos. Al tocar punk con 13 años intentaba sentirme libre. Me dio la posibilidad de gritar sobre lo aburrida que estaba y, también, de experimentar, de probar con las voces y los ritmos. Creo que de ahí saqué mi voz, de hacerlo constantemente. Tras un tiempo, mejoras. Aunque nadie me escuchase, lo disfrutaba. Eso es lo bueno de la música: nunca te quedarás sin rincones por explorar.

 

 

¿Las letras y las canciones te hacen olvidarte de lo que sucede en el mundo? ¿Puede ser ese vuestro objetivo?

– Sería maravilloso. Nuestra intención cuando tocamos es sentir esa conexión con el público. Es como siempre ha sido: nos encanta tocar, nos hace libres, es por lo que lo hacemos, así que si alguien lo siente también, estupendo.

 

 

 

 

Tras dos años de ir creciendo como grupo, todo ha ido bastante rápido desde el año pasado. “You Ain’t Alone” fue la canción que os puso en el mapa.

– Sí, en aquel momento nadie había oído hablar de nosotros. Sabíamos cómo queríamos sonar, estábamos intentando producir nuestras propias canciones, pero éramos un grupo desconocido. Cuando se empezó a hablar de nosotros y ya tuvimos un mánager, fue cuando cambiamos el nombre para diferenciarnos de otros muchos grupos que se llaman The Shakes. Desde entonces, las cosas han ido a un ritmo vertiginoso, pero como ya habíamos formado un grupo fuerte, que se había curtido durante bastante tiempo, intentamos seguir nuestro ritmo y que nada significase una presión que no pudiéramos soportar.

 

 

¿Cómo vivís esa reacción?

– La verdad es que todo ha sucedido a lo largo de tres años. Es un poco sorprendente porque hace un año estábamos buscando conciertos, como cualquier grupo, y hoy tenemos ya una agenda tan cargada que impone respeto. Desde que editamos el EP hace un año, todo se ha disparado. Te puedo asegurar que ninguno de nosotros hubiera nunca imaginado este éxito y tener esta aceptación tan rápidamente.

 

 

Habéis tocado con Drive-By Truckers. Supongo que una experiencia así será para no dejarla pasar y aprender todo lo que se pueda.

– Sí, quisieron contar con nosotros como teloneros tras escuchar alguna de nuestras canciones. Nos recibieron con los brazos abiertos. Con ellos aprendí cómo es realmente un grupo, a diferencia de lo que se piensa que es un grupo. Me intrigaba saber si aún disfrutaban con ello y cómo se hace algo así cuando tienes una familia detrás. En una banda tienes que viajar y compartir mucho tiempo con el mismo círculo de personas, así que debes hacer que funcione. Ellos parecen conseguirlo; se llevan bien y se dejan espacio unos a otros. Creo que lo mejor de la gira fue aprender bastante acerca de esa dinámica.

 

 

¿Cómo sientes en el escenario el respaldo de tu banda? ¿Te aportan una energía extra?

– Totalmente. Es complicado explicar lo que se siente cuando cantas una canción de rock’n’roll con una banda así respaldándote. Zac es un bajista que toca suave, a Heath le gusta el rock and roll y a Steve le encanta atronar con la batería, es como una máquina. Con ellos me siento invencible. Los quiero como personas y como músicos. Cuando me pongo delante de un micrófono a cantar sobre cualquier cosa, quiero un grupo haciendo ruido que me dé ánimo y me respalde. En ese momento no me preocupa lo que la gente piense, las malas noticias, si me duele algo, las facturas pendientes… Simplemente me siento libre, me dejo llevar y me recreo en mi propio mundo.

 

 

¿Con qué música creciste?

– A mi abuela le gustaban cosas como The Drifters, The Temptations, Dion… Mi madre escuchaba mucho soul de Motown y Stax. Todo eso tiene que haberse filtrado en mis canciones, como otros artistas que me gustan: Sharon Jones, Chuck Berry, White Stripes, Otis Redding, AC/DC, The Rolling Stones… ¡Aún no hace mucho que descubrí que no eran americanos! Y ahora, teniendo en cuenta que cada uno en la banda tiene sus gustos, no paramos de descubrir nuevas cosas.

 

 

Tu voz puede llegar a registros muy diferentes. ¿Eres consciente del efecto que puedes causar en la gente?

– Uf, difícil, tengo que pensarlo más para darte una respuesta. Lo que me dicen puede abrumarme. Es la forma en la que sueno, así que no lo he pensado mucho. Mi voz se ha formado con los años, y lo cierto es que no puedo cantar de un modo calmado.

 

 

 

 

 

¿Quién sería el modelo para Brittany?

– Si tuviera que comparar mi voz con algún artista, y pudiese escoger también a alguien que ya no esté aquí, elegiría a Bon Scott, de AC/DC. No tanto por la forma en la que suenan nuestras voces, pero sí por la forma de sentir a la hora de cantar.

 

 

¿Qué es lo mejor que te han dicho?

– Pues ahora recuerdo que alguien escribió en Internet que nuestra canción “I Found You” había conseguido que su marido volviera. Creo que es bastante fuerte.

 

 

Rock’n’soul, rhythm & blues… ¿Resumen esos sonidos vuestras influencias?

– Lo cierto es que somos un grupo de rock and roll que se escora hacia Otis Redding, lo que no deja de ser algo natural para muchos músicos en esta parte del país. Hay mucha gente que le gusta ese sonido. Se nos considera un grupo de retro-soul o de neo-soul, pero prefiero pensar que somos una banda para un buen rato de rock and roll.

 

 

Habéis tocado versiones de James Brown (“I’ll Go Crazy”, “Papa’s Got a Brand New Bag”, “Cold Sweat”), Otis Redding (“These Arms of Mine”), Led Zeppelin (“How Many More Times”, “Living Loving Maid”, “The Immigrant Song”) AC/DC (“Let There Be Rock”)… ¿Alguna más? ¿Cuándo llegó el momento de dejarlo?

– Sí, piensa que en esa situación, tocando versiones para una gente que nunca te ha visto, tienes que tocar canciones que la gente pueda reconocer. Si no lo hacen, no sirve de mucho. También hacíamos versiones de Canned Heat (“Going up the Country”), The Black Keys (“Countdown”), The Sonics (“Have Love, Will Travel”), Loretta Lynn (“Have  Mercy”), The James Gang (“Funk #49”), My Morning Jacket, Black Sabbath, Sam & Dave, Creedence Clearwater Revival… La escena de donde venimos está llena de bandas tocando versiones durante horas. Muchas se quedan ahí. Nosotros empezamos de la misma forma, pero después de un tiempo decidimos dejarlo. Pensamos que sería más gratificante crear e interpretar nuestras propias canciones, aunque financieramente pudiese no ser la mejor opción.

 

 

Poco a poco se ha ido extendiendo y conociendo la existencia de vuestro grupo. Siempre nos gusta descubrir nuevas bandas, así que, ¿cuáles nos recomendáis vosotros?

– Fly Golden Eagle, de Nashville, son increíbles. También Lee Bains III & The Glory Fires, Doc Dailey & Magnolia Devil, Sam Doores & The Tumbleweeds, Huray for the Riff Raff…

 

 

Por último, ¿cuál ha sido la mejor anécdota hasta ahora?

– ¡Ver a Zac, el bajista, montar en avión por primera vez!

 

 

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